viernes, 17 de mayo de 2013

Cae el consumo de tortilla, pan y leche entre trabajadores, advierten expertos

Patricia Muñoz Ríos

Los trabajadores que ganan hasta dos salarios mínimos por día este año están recibiendo incrementos de 5 pesos en promedio en sus sueldos; en tanto, para los que perciben hasta tres, los aumentos son de alrededor de 8 pesos, ya que el techo que se ha fijado en la mayoría de las revisiones contractuales es de 4 y 4.5 por ciento de aumento.
Al respecto, el Observatorio del Salario de la Universidad Iberoamericana de Puebla advierte que los topes a los sueldos y los incrementos constantes en precios de los básicos provocan la caída del poder adquisitivo de los trabajadores, con el consecuente descenso en sus niveles de alimentación y de vida.
En tanto, el Centro de Análisis Multidisciplinario del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM advierte que se ha incrementado el número de horas que los obreros deben laborar para adquirir productos como tortilla, leche y huevo, entre otros.

Advierte que en los últimos 30 años, la mayoría de los trabajadores mexicanos ha bajado el consumo de tortilla, pan blanco y leche, porque los salarios mínimos son insuficientes hasta para cubrir el consumo de alimentos básicos. Según este organismo, en 1982 con un minisalario se podían comprar 51 kilos de tortillas, y actualmente alcanza para menos de siete. Las familias mexicanas con esa mínima percepción apenas pueden adquirir algunos alimentos y pagar servicios como agua y luz, nada más.
Los obreros han tenido que tomar medidas para hacer rendir sus ingresos, sacrificando algunos bienes y compras de alimentos, expone. En su reporte de investigación 102, titulado Una nueva crisis para los trabajadores mexicanos, indica que según la propia Organización Internacional del Trabajo, la inflexible estrategia de establecer topes salariales ha llevado a la pauperización de más de 70 por ciento de la población en el país.
Añade que el valor de la fuerza de trabajo –el sueldo– de los trabajadores mexicanos continúa un proceso de deterioro en su poder adquisitivo. Así, el salario mínimo de diciembre de 1987 y hasta 2012 acumuló una pérdida de 82.36 por ciento en su poder de compra; actualmente se requerirían más de seis minisalarios para adquirir una canasta obrera indispensable.
El informe elaborado por el profesor Luis Lozano Arredondo y los analistas Cristóbal Reyes, Lizbeth Martínez, Frida Villalobos, Mario Quintana y David Lozano Tovar, entre otros, indica que en 1987 con el mínimo se podía adquirir 32.kilogramos de tortilla, y actualmente sólo seis. En cuanto a la leche, con el mínimo en ese entonces se compraban 28.8 litros, y ahora cerca de 10 si es de Liconsa o menos de seis si es de la comercial.
 
 
Fuente Proceso

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