María Alejandra Arroyo
Corresponsal
Apodaca, NL, 13 de mayo.
En Nuevo León la gente no habla de los abusos que cometen las escuelas porque quieren evitar que los niños tengan problemas. Yo ya aguanté mucho, dijo Sanjuana García Silva, quien recientemente debió tramitar un amparo para que uno de sus hijos pudiera continuar sus estudios.
El caso de esta familia fue conocido luego que García Silva y su esposo Gerardo Rodríguez Rodríguez, padres del niño Gerardo de Jesús Rodríguez, recibieron un amparo federal para que el menor continuara sus estudios de secundaria en la escuela pública Profesora Ofelia Carrillo Cepeda, en el municipio de Apodaca.
El menor fue insultado por la maestra de cultura de la legalidad, Edith Aranda, quien lo exhibió frente al grupo por incumplir tareas y le dijo que
su vida era un desperdicio, que
sólo iba (a la escuela) a calentar el banco, y que se fuera del plantel.
Luego que Gerardo de Jesús fue expulsado del colegio, la familia obtuvo, el 19 de enero pasado, por medio del esfuerzo de la activista social Lila Garza Ojeda, el amparo 1141/2012 que emitió el juez federal segundo de distrito en materia administrativa, para obligar al centro educativo a recibir al menor, quien sigue estudiando en el lugar.