El jefe del gobierno
capitalino se tropezó sonoramente en Twitter luego de que el domingo
pasado atendió con un acomedimiento excepcional la petición de ayuda que
por vía internética le hizo la madre de un joven a cuyo automóvil había
chocado una camioneta que de inmediato se dio a la fuga.
El cuidado y la rapidez del servicio prestado a la actriz Laura
Zapata, hermana de la cantante Thalía, fue contrastado por muchos tuiteros
con lo que en sus casos personales, o en los que ampliamente han
conocido en la autorizada crónica urbana de todos los días, ha sido
desatención y burocratismo, y comenzaron gozosamente a solicitarle a
Miguel Ángel Mancera el envío de funcionarios de primer nivel para
atender las más disímbolas e incluso disparatadas solicitudes, en un
afán lúdico de exhibir las diferentes conductas que el gobierno
capitalino asume frente a distintos órdenes socioeconómicos.De esa manera fue creada la etiqueta #ManceraHazme-UnParo, en la que se concentró una amplia gama de críticas, denuncias y pitorreo abierto que al menos hasta la hora de cerrar esta columna no había tenido una sola respuesta del personaje central, quien prefirió realizar algunos tuiteos meramente informativos de algunas actividades en curso, como si no estuviera recibiendo una tunda en el libérrimo reino del pajarito azul.