Con velas y vestidos de blanco, cientos
de turistas se congregaron desde las primeras horas en el sitio
arqueológico, donde sin embargo no se vió la presencia de indígenas
mayas.
Dpa
Chichén Itzá, Yuc.
Kaban no pudo resistir la emoción de recibir el primer
amanecer de la nueva era maya y rompió en llanto frente al Castillo
o templo de Kukulcán del sitio arqueológico Chichén Itzá.
“Estoy muy emocionada
porque siento que sí se está dando realmente un cambio, un cambio
para todas las personas y para México en medio de la situación que
atraviesa, ya viene la subida, a veces tocar fondo es para subir”,
dijo con la voz entre cortada la mujer de 35 años.
La turista mexicana,
quien se identificó con su nombre “espiritual”, es una de los
cientos de personas que se dieron cita desde la madrugada para entrar
en el representativo sitio maya para ver los primeros rayos del sol
del 21 de diciembre.
Hoy se completó el 13
baktun de los mayas, un periodo de 5 mil 200 años que fue visto por
algunos grupos con una visión apocalíptica pero que, para los
mayas, representa una etapa de renovación.
“El mundo no se va
acabar, eso fue un invento de Hollywood”, se afirmó en una de las
primeras ceremonias de grupos espirituales que se realizaron en el
vestigio arqueológico.
Saludos y ofrendas al sol
predominaron en la maravilla del mundo, que este viernes espera
recibir una cifra récord de entre 30 mil y 40 mil visitantes.
Con velas y llamas
llegaron desde la madrugada turistas de distintas nacionalidades del
mundo para recibir la nueva era maya.
Debido a la alta demanda
de visitantes por la fecha, el sitio abrió a las seis de la mañana,
dos horas antes de lo habitual.
Además de estar en
actitud de meditación, los asistentes al vestigio recargaron su
energía abrazando árboles, acostándose en el piso y se expresaron
mensajes de buenos deseos entre ellos.
“Me emociona mucho esto
porque desde hace tres años inicié un recorrido por varios pueblos
indígenas de Sudamérica y hoy termino este recorrido acá”, contó
a Dpa la colombiana Lidia.
Trajes blancos y
cinturones de colores, que indicaron algunos de los turistas lucen
“para equilibrar la energía y evitar que se les traspase alguna
mala vibración”, fueron las prendas que predominaron en la
jornada.
El viernes también
dominó la visita de grupos de meditación en Chichén Itzá, donde
sin embargo no se vió la presencia de indígenas mayas en las
primeras horas.
“Hoy nace un nuevo
ciclo donde la vida será más justa, más armónica. En todo el
mundo estamos celebrando el inicio de la nueva era, el tiempo de la
transformación del mundo", se afirmó durante una ceremonia del
grupo espiritual Cuatlibalam, que por segundo día se robó las
miradas de los turistas por los taparrabos, grandes plumas en la
cabeza y cascabeles que lucieron para el acto.
La madrugada en Chichén
Itzá llegó con una leve lluvia, que algunas turistas estadunidenses
consideraron como parte de las “bendiciones” que traerá para la
humanidad la nueva era.
El cambio de era lo
dejaron registrados los mayas en piedras como el Monumento 6 de
Tortuguero, encontrado en 1958 en el estado de Tabasco. Estudiosos de
la inscripción jeroglífica interpretaron la fecha de culminación
del 13 baktun el 21 de diciembre, que coincide con el solsticio de
invierno, aunque otras revisiones a la estela datan el día de
culminación del ciclo el 23 de diciembre.
Fuente La Jornada
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