sábado, 12 de enero de 2013

En 4 años el INAH permitió 100 nuevas obras en Teotihuacán

 
 
Javier Salinas Cesáreo
Corresponsal

Teotihuacán, Méx., 11 de enero. El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ha permitido en los pasados cuatro años la edificación, ampliación o modificación de al menos 100 nuevas construcciones entre comercios, restaurantes o viviendas, en los perímetros A, B, y C de restricción de la zona arqueológica de Teotihuacán, sin que se cumpla con la normatividad de protección a los vestigios prehispánicos, denunciaron trabajadores de la sección 5 del Sindicato Nacional de Trabajadores de Antropología e Historia, con sede en Teotihuacán.

Lázaro Salvador Moreno Rivera, secretario general del comité ejecutivo estatal de dicha sección, señaló que desde el año pasado los trabajadores enviaron una misiva a las autoridades del INAH para que directivos tomaran cartas en el asunto ante las irregularidades al permitir edificaciones en las zonas de restricción.
Muchas de las edificaciones se hacen de la noche a la mañana pasándose por alto toda normatividad. Lo peor es que el personal jurídico del INAH no las clausura, o cuando lo hace vemos que al poco tiempo los sellos son violados, dijo.
Entre las nuevas construcciones que destacan en torno a la zona arqueológica están varios restaurantes como El Salamandra y el Nahual, ubicados en la parte norte del circuito arqueológico, detrás de la pirámide de la Luna. En la parte norte del circuito han sido abiertos varios expendios de comida y bebidas con una cimentación de concreto. Éstas edificaciones se ubican en los límites del perímetro A, de máxima restricción.
También, el INAH permitió en el perímetro A, sobre el circuito arqueológico que rodea a las pirámides, la apertura de un acceso hacia el Rancho El Horreo, propiedad de Antonio del Valle, ubicado a un costado del predio de La Ventilla. El camino fue abierto y colocado empedrado pese a que la zona también es de máxima restricción.
En el perímetro B, se ha permitido ampliar o modificar algunas viviendas y comercios, sobre todo en las comunidades de San Sebastián y San Francisco Mazapa, incluso algunas rebasan la altura permitida.
Además, entre las recientes edificaciones están una gasolinera en San Sebastián, una tienda Coppel en el centro del municipio de Teotihuacán y la colocación de cuatro antenas de telecomunicaciones en el centro del municipio de San Martín de las Pirámides. Incluso para que pasaran inadvertidas dos de las antenas, que cuentan con más de 20 metros de alto, se les colocaron ramas y hojas de plástico para simular que son árboles.
Moreno Rivera expuso que a todas luces muchas de las construcciones violaron la normatividad del INAH, por lo que exigió establecer un control para proteger los restos arqueológicos en los perímetros de protección.

Fuente La Jornada

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