miércoles, 19 de diciembre de 2012

Dice Wal-Mart que indaga los sobornos, pero oculta detalles

 
 
David Brooks

Nueva York, 18 de diciembre. Wal-Mart, sacudido por un amplio reportaje de investigación que revela y documenta las prácticas corruptas de esa empresa en México, se limitó a declarar que continúa con su investigación interna sobre los sucesos, pero no mencionó lo más delicado de este escándalo: ¿quién sabía y cuánto?
Las decisiones en la sede mundial de Wal-Mart en Arkansas, de no alertar a las autoridades de ambos países ni investigar a fondo el uso de sobornos multimillonarios al ser informados de esto a partir de 2005, fueron aparentemente adoptadas cuando las operaciones internacionales de la empresa estaban bajo el mando de Michael Duke, quien hoy es el presidente y ejecutivo en jefe de la empresa comercial más grande del mundo.

Duke ocupa el número 17 en la lista de Forbes de las personas más poderosas del mundo. Hoy es el máximo ejecutivo de una empresa con ventas proyectadas en más de 470 mil millones de dólares este año, para la cual trabajan 2.2 millones de empleados en sus 10 mil 400 tiendas, ubicadas en 27 países, que dan atención a más de 200 millones de clientes semanalmente.
El reportaje de The New York Times (NYT) revela –con una documentación masiva y devastadora– que la empresa pagó sobornos multimillonarios para abrir por lo menos 19 tiendas en México, incluyendo la de la zona arqueológica de Teotihuacán, y empieza a tener impacto en Estados Unidos, donde la imagen de la empresa superpoderosa se ha dañado en tiempos recientes.
Wal-Mart está bajo investigación del Departamento de Justicia, la Comisión de Valores y por legisladores federales en Estados Unidos acerca del uso de sobornos en México.
En noviembre, la compañía fue obligada a informar que sus investigaciones internas sobre prácticas de corrupción se extendieron a sus operaciones en China, India y Brasil.
Esta práctica viola la Ley sobre Prácticas Corruptas en el Extranjero, la cual prohíbe el pago de sobornos a funcionarios y oficiales de otros países por parte de entidades estadunidenses, incluyendo empresas.
No hay empresa ni ejecutivo estadunidense que no esté consciente de esta ley.
Las investigaciones de las autoridades y de la propia empresa fueron detonadas por la primera parte de la investigación del NYT, publicada en abril de este año. Con estas nuevas y más detalladas revelaciones del rotativo, basadas en decenas de miles de documentos y cientos de horas de entrevistas, se espera que las investigaciones oficiales en curso se intensifiquen con implicaciones legales graves para la cúpula ejecutiva de la empresa.
El primer reportaje del NYT, publicado en abril, reveló por primera vez el uso repetido de sobornos por parte de Wal-Mart México (Walmex) y aparentemente autorizados desde altos niveles de la empresa.
También se reportó que la sede mundial de Wal-Mart inició una investigación interna de sus operaciones en México en 1995, después que un ex abogado de Walmex reveló que se habían pagado cientos de sobornos, pero ésta fue frenada por la matriz.
La empresa no reveló los alegatos sobre estas prácticas a las autoridades en Estados Unidos o México en esas fechas, ni procedió con su propia investigación interna, reportó el Times.
Fue justo en esos años cuando se frenó la investigación en que Duke, ahora presidente y ejecutivo en jefe, era el encargado de las operaciones internacionales de la empresa.
La noche del lunes, Wal-Mart emitió una declaración por conducto de su vocero, David Tovar, quien señaló que los hechos citados en el reportaje del NYT sucedieron en 2003 y 2004, acerca de la construcción de la tienda de Wal-Mart en Teotihuacán, y que éstos han sido parte de la investigación en curso de la empresa acerca de violaciones potenciales de la Ley sobre Prácticas Corruptas en el Extranjero que iniciamos hace más de un año.
Tovar agregó que continuamos cooperando con el Departamento de Justicia y la Comisión de Valores en este asunto y que la investigación continúa. Desearíamos poder decir más, pero no pondremos en jaque la integridad de la investigación.
La empresa reiteró su compromiso con el programa anticorrupción y afirmó que durante los 20 meses recientes ha adoptado pasos significativos para mejorar sus programas anticorrupción alrededor del mundo, para lo cual contrató a cientos de empleados que se dedican a esas tareas e invirtió más de 35 millones de dólares en nuevos procedimientos con este propósito.
Sin embargo, el reportaje del Times no se limita a la tienda de Teotihuacán, y la empresa no mencionó los otros 18 casos de sus tiendas en México cuyos permisos fueron obtenidos a cambio de sobornos que se documentan.
Otros daños
Duke envió una carta a los empleados de Wal-Mart acerca del reportaje que publicó The New York Times esta semana, y reitera que la integridad es el fundamento de la empresa.
Pero Wal-Mart tiene cada vez más problemas en promover su imagen como defensora de la integridad y empresa que ayuda a la gente alrededor del mundo a ahorrar dinero y vivir mejor.
Por ejemplo, a la sombra del renovado debate sobre el control de armas por la matanza en Connecticut, se renueva la crítica de la ampliación de venta de armas y municiones por parte de Wal-Mart en este país.
Aún no se sabe dónde se compró el rifle Bushmaster AR-15 que utilizó Adam Lanza en la escuela primaria de Connecticut hace unos días, pero como reportó The Nation, esa arma está disponible en unas mil 700 tiendas de Wal-Mart en este país (ese modelo también ha sido utilizado en el mall en Oregon y en el cine en Aurora, Colorado, en otras dos matanzas en lugares públicos). La empresa bajó de su sitio de Internet este producto hace dos días.
Explotación laboral
Por otro lado, después de que un incendio en una maquiladora en Bangladesh causó la muerte a unos 112 trabajadores hace unas semanas, se reveló –aunque al principio Wal-Mart lo negó– que parte de la producción se destinaba a las tiendas de la empresa.
No es la primera vez que hay un escándalo sobre las condiciones de trabajo en la industria maquiladora global que fabrica los productos baratos que vende la empresa. Por otro lado, se ha intensificado la crítica pública contra Wal-Mart por la explotación de sus empleados aquí.
Ahora, con la revelación de más detalles sobre posibles prácticas corruptas, la empresa enfrenta un problema cada vez mayor de relaciones públicas, así como posibles consecuencias legales.
En tanto, Businessweek señala hoy que aunque la empresa afirma que los actos bajo sospecha ocurrieron en 2003 y 2004, lo que hace esto importante en la actualidad es quién estaba manejando las operaciones internacionales cuando estas alegaciones se presentaron ante los niveles altos de la administración empresarial: Mike Duke, el ahora ejecutivo en jefe. Agrega que “la pregunta crítica es por qué Duke –y el ex ejecutivo en jefe Lee Scott, quien ahora está en la junta directiva– no ordenaron una investigación independiente o alertaron a las autoridades cuando fueron informados de posibles sobornos en 2005”.
No lo hicieron hasta 2011, al enterarse de la investigación periodística de The New York Times.

Fuente La Jornada

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