MÉXICO,
D.F. (proceso.com.mx).- En el proyecto del Presupuesto de Egresos 2013,
con el que se estrena Enrique Peña Nieto, no está contemplada la
continuación de la Procuraduría Social de Atención a Víctimas del Delito
(Províctima), la instancia que Felipe Calderón creó como respuesta a
los reclamos de las víctimas de la violencia durante su sexenio, la que
nunca contó con presupuesto ni personal propio para operar.
En el
proyecto presentado por la Secretaría de Hacienda el viernes por la
noche están contempladas dos partidas directas para la “Atención
integral a víctimas y ofendidos de delitos de alto impacto”, con 211
millones 700 mil pesos y para “Atención integral a familiares de
personas desaparecidas o no localizadas”, 233 millones 707 mil 890
pesos.
Llama la atención que están enlistadas en el presupuesto de
Hacienda bajo el rubro de “Administración y enajenación de los activos
referidos en la Ley Federal para la Administración y Enajenación de
Bienes del Sector Público” que cuenta con 373 millones de pesos.
Estas
referencias apuntan a que el gobierno peñista aprobará el Sistema
Nacional de Atención a Víctimas considerado en la Ley General de
Víctimas, que fue impulsada por el Movimiento por la Paz con Justicia y
Dignidad, aprobada unánimemente por el Poder Legislativo pero vetada por
Felipe Calderón.
Una de las primeras promesas y acciones de
gobierno del priista fue desistirse de la controversia constitucional
que la tenía empantanada.
La ley vetada no consideraba la
continuación de Províctima. En el último trimestre del sexenio, Calderón
declaró varias veces que la Procuraduría debería seguir e, incluso,
equiparó su función con la de “El buen samaritano”, de la Biblia.
En
el proyecto de presupuesto se pretenden etiquetar 119 millones de la
PGR para “Promoción del respeto a los derechos humanos y atención a
víctimas del delito”, además del presupuesto que se destinará a la
Comisión Nacional de los Derechos Humanos para ese fin.
El
Movimiento por la Paz sostuvo durante el periodo de transición diversos
encuentros con Claudia Ruiz Massieu, quien entonces era la encargada de
derechos humanos, para analizar la aprobación de la Ley General de
Víctimas, que el equipo jurídico de Presidencia vetó por razones
jurídicas, cuestiones monetarias (pues consideraba que el Estado y no
los delincuentes deberían indemnizar a las víctimas) y por considerar
que excluía a estados y municipios de la responsabilidad de atender a
los ofendidos de delitos.
Los encuentros han continuado. Una persona consultada por Proceso
y que está al tanto de los encuentros con el nuevo gobierno señala que
el presupuesto de atención a víctimas está “salpicado” en distintas
secretarías, entre ellas la de Educación y de Salud, que contarán con
recursos para que los familiares de las víctimas de delitos de alto
impacto puedan continuar sus estudios y tengan acceso a la salud.
Explicó
que en la ley que entraría en vigor este sexenio se modificó la
“compensación subsidiaria” que implica que el Estado indemnice a las
víctimas, que antes contemplaba todo tipo de delitos. La nueva ley sólo
tomará en cuenta a las víctimas de violaciones de derechos humanos y de
delitos graves ligados únicamente a “la libertad” y “la vida”, como son
las ejecuciones extrajudiciales, los homicidios, los secuestros, la
desaparición forzada o la trata de personas.
Hasta el momento se
pretende que los bienes decomisados a la delincuencia organizada se
destinen a reparar los daños a las víctimas de la violencia.
Fuente Proceso
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