Ezequiel Flores Contreras
CHILPANCINGO, Gro. (proceso.com.mx).- El alcalde perredista de Cuetzala del Progreso, Feliciano Álvarez Mesino, reveló a Proceso
que a principios de abril fue retenido, golpeado y amenazado por el
narco por eso tuvo que “retirarse algunos días” de su municipio, ubicado
en la zona norte de la entidad lugar donde la disputa entre bandas
delincuenciales mantiene sometidas a las autoridades y aterrorizada a la
población.
Álvarez Mesino dijo que desde hace un mes en Cuetzala
no hay policía municipal porque 10 de sus 12 elementos fueron
“levantados”; dos de ellos aparecieron ejecutados en la ciudad de Iguala
y el resto siguen desparecidos, por eso simplemente advierte: “si el
gobierno federal y estatal no me apoyan, voy a dejar el cargo”.
La
postura de este alcalde perredista contrasta con la de sus homólogos de
Teloloapan y Apaxtla, Ignacio Valladares Salgado y Efrain Peña Damacio,
respectivamente, quienes frente a los hechos de violencia registrados
durante los últimos días, también han exigido ayuda oficial para
confrontar a la delincuencia pero se aferran a sus cargos.
No
obstante, los testimonios de los tres alcaldes perredistas reflejan el
drama que se vive en los 15 municipios que conforman la zona norte y los
nueve de la región de la Tierra Caliente de la entidad donde la brutal
disputa entre dos grupos delincuenciales identificados como La Familia y
Guerreros Unidos exhibe la omisión e indolencia gubernamental.
El
alcalde de Cuetzala, municipio marginado y destrozado por el narco,
quien había callado frente a la grave situación que se vive en esta
zona, decidió romper el silencio para contar su historia debido a que
afirma que las autoridades estatales y federales a pesar de tener
conocimiento de la dramática situación los han dejado solos como
autoridades locales.
En entrevista con Proceso, Álvarez
Mesino reveló que el pasado 10 de abril fue interceptado por un comando
en las inmediaciones del municipio de Cocula cuando se desplazaba en su
auto acompañado por su escolta sobre la carretera federal.
El edil
perredista, quien fue secuestrado el 23 de abril de 2012 en pleno
proceso electoral y liberado 18 días después, se limitó a decir que los
sicarios “lo golpearon” y se abstuvo de identificar al grupo criminal
que los retuvo porque le prohibieron hablar sobre este hecho que por
miedo no denunció ante las autoridades ministeriales y por ello tuvo que
“retirarse unos días” de su municipio por seguridad.
Dijo que
después de la golpiza que le propinaron los sicarios, la tarde del
viernes 26 de abril un grupo de 40 sujetos armados irrumpió en la
cabecera municipal de Cuetzala y se llevaron a 10 policías municipales y
dos civiles.
Al siguiente día, fueron localizados tres hombres
ejecutados al interior de una casa de seguridad en la ciudad de Iguala.
Dos de las víctimas eran policías municipales de Cuetzala y otro más un
comerciante del mismo municipio que fue levantado junto a los
uniformados.
A la fecha, el resto de los ocho policías no han sido
localizados, refiere el edil perredista durante la entrevista realizada
este viernes 24 de mayo.
Álvarez Mesino dice que pensó en renunciar al cargo después de que prácticamente le desaparecieron su corporación policiaca.
“Yo
me retiré unos días del municipio por temor a sufrir otra agresión y mi
intención era solicitar licencia en ese momento”, indicó.
La
reacción de las autoridades estatales y federales fue enviar soldados y
policías estatales a Cuetzala para resguardar este municipio que se
quedó sin policías.
Los militares ya se retiraron y a la fecha
permanecen sólo los policías estatales, señala Álvarez Mesino, y agrega
que se encuentra en la incertidumbre porque no le han dicho si la
seguridad estatal será permanente. A la fecha no ha sido recibido por el
gobernador Ángel Aguirre Rivero.
Por ello, insiste en decir que
de no recibir apoyo de las autoridades en breve presentará su renuncia
al cargo por motivos de seguridad.
El edil perredista lamentó que
ni la dirigencia nacional y estatal del PRD hagan algo para evitar que
los alcaldes de esta región sigan sometidos por la delincuencia.
Después
de los hechos registrados en Cuetzala, un grupo armado actuó de forma
similar en el municipio vecino de Apaxtla de Castrejón, donde la mañana
del domingo 19 cerca de 80 hombres armados irrumpieron en la cabecera y
durante tres horas mantuvieron sitiado el poblado, bloquearon los
accesos atravesando camionetas que fueron incendiadas, ejecutaron a
siete hombres y se llevaron por la fuerza a otras personas más que
siguen desaparecidas.
Al respecto, el alcalde de Apaxtla, también
del PRD, Efraín Peña Damacio, denunció que a pesar de que reportó el
hecho a las autoridades del 27 Batallón de Infantería con sede en la
ciudad de Iguala -ubicado a una hora y media de camino sobre la
carretera federal que conduce a Teloloapan- los militares llegaron al
lugar una hora después de que los sicarios se habían retirado
impunemente.
“Todos nos encerramos en nuestras casas”, dijo el
presidente municipal y justificó su inacción durante esas horas de
terror argumentando que sólo tiene nueve policías municipales.
Al
día siguiente, lunes 20, las autoridades decidieron suspender labores en
el ayuntamiento y clases en los planteles educativos, medida que se
extendió al municipio de Teloloapan ante la psicosis generadas por los
escuadrones de la muerte.
En Teloloapan actualmente quedan 30
policías municipales en activo, porque la semana pasada 25 agentes
“decidieron renunciar masivamente” y el resto han sido asesinados o
resultaron heridos en varias emboscadas registradas durante este año,
informó el alcalde perredista Ignacio Valladares Salgado.
Mediante
dos videos difundisos esta semana en la red social YouTube, el alcalde
de Apaxtla informó a la ciudadanía que por la inseguridad se habían
cancelado los festejos del 89 aniversario de la creación de este
emblemático municipio en la geografía del narcotráfico y también anunció
que las clases se reanudarán el lunes 22.
Entrevistado por Proceso,
Peña Damacio informó que en este momento se vive una tranquilidad
aparente en su municipio, debido a que dos días después de la incursión
armada se instaló un campamento militar y espera que la presencia del
Ejército sea permanente.
Al igual que su homólogo de Cuetzala,
también reprochó la falta de apoyo gubernamental, argumentando que esta
desatención es la causa de la violencia y advirtió sobre el riesgo de
que la población decida tomar las armas para defender su vida y
patrimonio.
“El gobierno federal y estatal sólo están
implementando los operativos de seguridad en los municipios más visibles
como Acapulco, Iguala y Chilpancingo pero a los municipios pequeños nos
han abandonado. Por eso surgen los grupos de autodefensa debido a que
los ciudadanos ven que las autoridades no hacen nada para revertir la
violencia”, dijo a Proceso el edil perredista.
Ahora la
violencia que ha dejado una estela de sangre y muerte en Cuetzala y
Apaxtla se recrudeció en Teloloapan donde este sábado 25 fueron
asesinados dos policías municipales y dos más resultaron heridos durante
un ataque realizado por un grupo de pistoleros en contra de la
comandancia ubicada en la sede del ayuntamiento en pleno centro del
pueblo tecampanero.
Incluso, la mañana de este domingo 26 se
registró un ataque armado en contra de policías estatales que se
desplazaban en convoy sobre la carretera federal Iguala-Teloloapan, a la
altura del crucero que conduce a los poblados de Chapa y Ahacatitlán, a
escasos siete kilómetros de la cabecera municipal.
La agresión
desató un enfrentamiento entre sicarios y uniformados, el cual no dejó
muertos ni heridos, informó el alcalde perredista de Teloloapan, Ignacio
Valladares Salgado.
Paradójicamente, el ataque armado ahora
contra policías estatales ocurrió a pesar de que el gobierno estatal
anunció la activación de una alerta general para buscar a los
responsables de la agresión de ayer.
Por su parte el gobernador
Ángel Aguirre, quien ha minimizado la crisis de violencia que prevalece
en la entidad, dijo que sólo ha establecido comunicación con el alcalde
de Teloloapan, con quien departió a mitad de semana con el edil
perredista durante un recorrido que realizó el mandatario por la zona
norte y la región de Tierra Caliente.
Entrevistado esta mañana en
el municipio de Coyuca de Benítez, en la región Costa Grande, Aguirre
dijo que al alcalde de Apaxtla de Castrejón, quien también ha solicitado
una reunión con el ejecutivo, simplemente no lo ha podido localizar.
Fuente Proceso
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