CHILPANCINGO.
 Gro., (proceso.com.mx).-  Tres comerciantes que participaban en una 
“peregrinación guadalupana” en pleno centro de Acapulco sufrieron 
heridas de bala durante una gresca protagonizada entre feligreses y 
policías municipales, quienes accionaron sus armas de fuego para tratar 
de contener a los civiles.
Por ello, 25 uniformados fueron consignados ante el Ministerio Público del fuero común para que se deslinden responsabilidades.
La
 agresión policíaca se registró a las 20 horas de ayer, cuando un grupo 
de aproximadamente 400 comerciantes caminaba  a la iglesia ubicada en el
 zócalo porteño, lanzando cohetes al aire y activando pirotecnia 
(“quemando toritos”) 
sobre la calle Jesús Carranza, ubicada a una cuadra
 de la principal vía turística del puerto, la avenida Costera Miguel 
Alemán, indican reportes oficiales.
Enseguida, policías 
municipales intentaron decomisar los explosivos y se desató una gresca 
donde comerciantes y uniformados se liaron a golpes. Fue entonces cuando
 los uniformados dispararon al aire y al piso como mecanismo para 
disuadir a los enardecidos católicos.
No obstante, las esquirlas 
de los proyectiles lesionaron a tres feligreses, identificados como José
 Antonio Marcos, de 30 años; Germán Ruiz, de 32 y otro más conocido como
 Nicolás El Pescador, refieren los reportes consultados.
Además, los uniformados golpearon con la cacha de sus pistolas a otra persona identificada como Paúl Dominguez.
Los cuatro lesionados fueron trasladados a centros hospitalarios y su estado de salud se reporta estable, indican los informes.
Las
 detonaciones realizadas por los uniformados no sólo dejaron tres 
personas heridas, sino que desataron pánico y crisis nerviosas entre el 
resto de ciudadanos que participaban en la peregrinación, en su mayoría 
mujeres y niños.
En respuesta, los comerciantes del mercado 
central de Acapulco bloquearon durante más de dos horas la avenida 
Cuauhtémoc en demanda de la consignación de los uniformados que 
dispararon contra los feligreses y la destitución de autoridades 
municipales encargadas de la Seguridad Pública.
Pasada la media 
noche, la secretaria del ayuntamiento porteño, Magdalena Camacho Díaz, 
calificó la acción policíaca contra el grupo de católicos como “un 
gravísimo error”.
Durante una conferencia de prensa, la 
funcionaria anunció que 25 policías preventivos que participaron el 
hecho violento -10 del sector Turístico y 15 urbanos- fueron puestos a 
disposición del Ministerio Público del fuero común para deslindar y 
fincar responsabilidades.
De acuerdo con la versión oficial, los 
policías porteños “conminaron” a los feligreses que se abstuvieran de 
lanzar cuetes al aire y ante la negativa de los comerciantes, “los 
policías cometieron el gravísimo error de disparar al suelo y al aire, 
lo que provocó que tres personas resultaran con lesiones por esquirlas”,
 indicó Camacho Díaz.
Fuente Proceso 

 
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