miércoles, 17 de abril de 2013

Nuevo León, un estado que se muere de sed



Luciano Campos Garza

Nuevo León no ha visto una nube cargada en casi tres años. Desde la tormenta tropical Alex, en julio de 2010, apenas han caído algunas lloviznas sin importancia. Las presas están casi vacías y una de ellas incluso trasvasa el agua al vecino estado de Tamaulipas. El campo languidece, no hay cosechas, el ganado se muere… Y las autoridades estatales no hicieron nada en materia de previsión. Ahora el gobernador, Rodrigo Medina, anuncia triunfal la construcción de un acueducto que llevará el líquido desde San Luis Potosí… Pero hay quienes consideran que este proyecto tiene sesgo político.
MONTERREY, N.L. (Proceso).- El gobierno de Nuevo León ha dejado que la sequía asfixie al campo para justificar la inmensa inversión del plan hidráulico Monterrey VI que traerá agua desde San Luis Potosí a fin de abatir la escasez en el área metropolitana, señalan diputados de Acción Nacional.

Dicen que el gobernador priista, Rodrigo Medina de la Cruz, inició muy tarde el plan para rescatar al campo de la más severa sequía de los últimos años en Nuevo León para recibir el apoyo generalizado al proyecto hidráulico.
No hay políticas para remediar el problema del agro, por lo que los legisladores federales panistas suponen que el mandatario no sabe qué hacer frente a la crisis, aunque desde 2011 había indicios del problema que se avecinaba.
Por estos días los funcionarios estatales recorren las regiones afectadas, pero parece que su función es hacer campaña para reposicionar a Medina y difundir el mensaje de que el gobernador está muy preocupado por la crisis y dispuesto a echarles la mano a los afectados… aunque la ayuda no llegue.
Hasta ahora en la entidad se han perdido más de 100 mil cabezas de ganado. El abasto de agua para consumo humano está garantizado para los próximos dos años, pero no hay certeza para los cultivos y los animales.
Fermín Montes, delegado de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) y Ramón Villagómez, director general de la Corporación para el Desarrollo Agropecuario de Nuevo León, declinaron hablar del tema con este semanario.

Despensas como “mejoralitos”

Este martes 9 los campesinos del ejido Acuña, en el municipio de Doctor Arroyo, aguardan en salón ejidal a que llegue la delegación del gobierno nuevoleonés a entregar los apoyos. Algunos han permanecido más de dos horas bajo un cobertizo, soportando la temperatura de 40 grados. Ya se aburrieron de esperar. Dicen que no tienen trabajo fijo porque sus tierras son de temporal y sin la lluvia, no sirven para nada.
Finalmente llega la secretaria de Desarrollo Social, Juana Aurora Cavazos Cavazos. Baja del helicóptero a un costado del lienzo charro Emiliano Zapata. Doctor Arroyo está a 340 kilómetros de Monterrey, en el extremo sur del estado. Tres horas en auto son muy incómodas.
Cavazos viene acompañada por funcionarios de la Secretaría de Salud y de Agua y Drenaje (AyD) de Monterrey. Los recibe el alcalde Juan Espinoza Eguía.
El municipio de 34 mil habitantes está seco. Aunque Cavazos va a entregar apoyos, la gente tiene que esperar a que ella llegue para que una pipa de AyD descargue su contenido en un enorme aljibe portátil desde donde el agua potable se distribuye a todo el ejido.
La funcionaria baja del helicóptero, saluda y camina hacia la pipa. Por el altavoz se anuncia que ya se va a descargar el agua, pero el operador del vehículo, desconcertado, le informa a la funcionaria que el líquido ya fue vaciado.
Entonces la funcionaria se encoge de hombros y le dice al operador: “Nomás haz el…” y no termina la frase. El operador entiende que tiene que hacer la pantomima de colocar el tubo dentro del contenedor para simular la descarga. Y así lo hace. Dos minutos después saca la manguera y el tanque queda mágicamente lleno.
Después los funcionarios entregan despensas. En una mesa hay unas 20 bolsas de plástico transparente que contienen el apoyo que les hace llegar el sistema DIF de Nuevo León: Un kilo de harina de maíz, un kilo de frijol, un litro de aceite, dos bolsas de sopa de pasta y un kilo de arroz. Una de las habitantes del ejido ironiza: “Ni para un día. Bueno, quizás dos y ya”.
Cavazos dice a Proceso que el apoyo alimentario consiste en la entrega de una de esas despensas cada mes. Durante todo el año pasado se dieron los apoyos. Ese martes 9 se reactivó el reparto ante la crisis por la sequía, dice la funcionaria. En todo el estado se reparten 43 mil despensas.
Y micrófono en mano la funcionaria les hace llegar un mensaje de esperanza: “No están solos. El gobernador nos mandó a entregar estos apoyos”.
En este municipio los campesinos siembran maíz y frijol. Quienes tienen acceso a pozos pueden cosechar alfalfa. Reconocen que están “bien amolados”.
Bajo el cobertizo, en espera de la ayuda oficial, 200 personas se atienden con las brigadas de salud. Les examinan la vista para darles anteojos. Cavazos los trata como niños: “Que levanten la mano los que no tienen servicio de salud”. Algunas personas alzan el brazo con desgano.
“Que levante la mano el que tiene 65 años”. Algunos lo hacen.
Anuncia que para los adultos mayores de 65 años ya viene el apoyo de mil 50 pesos bimestrales para quienes no tienen seguro social. Es decir 525 pesos al mes. Luego da instrucciones para inscribirse en el Seguro Popular. Todo lo hace “por instrucción del señor gobernador” y reitera que son “apoyos humanitarios”.
Desarrollo Social del Estado precisa que los apoyos extraordinarios son distribuidos a partir del lunes 1 debido a que el estado ha tenido 32 meses sin lluvia significativa.
Cavazos Cavazos come con el alcalde y con los reporteros que la acompañaron a la gira y se retira en el helicóptero. Abajo, en la tierra, quedaron decenas de ejidatarios, algunos de ellos no han podido contratar el servicio de agua potable; cuesta unos 500 pesos que conecten la tubería a sus casas.
Ese día la secretaria visita vía aérea siete comunidades de los municipios de Mier y Noriega, Doctor Arroyo y Rayones.
Montes Cavazos, el delegado de la Sagarpa suele dar entrevistas a diestra y siniestra, pero se limita a decir que pronto llegarán los apoyos federales.
El diputado federal panista Martín López Cisneros observa en todas estas medidas “mejoralitos” con los que Rodrigo Medina quiere remediar el problema de la sequía, un problema que, dice, ya se le fue de las manos.
“El gobierno de Nuevo León ha sido irresponsable en la manera de manejar el tema de la sequía, algo que tiene ya casi cuatro años. Ahora con la coyuntura del reclamo que hay por esta desatención, quiere aliviarlo con mejoralitos”, dice a Proceso vía telefónica.
Señala que la única razón por la que el mandatario priista ha actuado es por la presión de los medios que han denunciado, gracias a reportes de los municipios, la gravedad de la sequía.
“Con pipas y garrafones quiere remediar un problema de estado. Ahorita hay pérdidas de animales y cosechas, pero no estamos lejos de que haya pérdidas humanas. No han sabido conducir esta crisis por una falta de planeación del Ejecutivo, como ocurre en este tema y muchos otros”, afirma.
El legislador urge al gobierno de Nuevo León a que gestione ante Banobras los recursos para iniciar la obra Monterrey VI, que garantizará el abasto de agua a la capital de Nuevo León los próximos 50 años.

Imprevisión

La última gran lluvia en Nuevo León ocurrió el 1 de julio de 2010. Ese día la tormenta tropical Alex arrasó la entidad. Desde entonces las nubes se fueron y el campo languidece.
Las tres grandes presas de la entidad están en niveles muy bajos: La mayor, El Cuchillo en el municipio de China, está a 22% de su capacidad; Cerro Prieto, en Linares, a 39% y La Boca, en Santiago, a 53%.
Pese a que la sequía ya asediaba al campo nuevoleonés, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) ordenó el trasvase de 430 millones de metros cúbicos de El Cuchillo a la presa Marte R. Gómez, en Tamaulipas, para dar cumplimiento al acuerdo entre los dos estados firmado en 1996.
En entrevista, el delegado de la Conagua en la Cuenca del Río Bravo, Óscar Gutiérrez Santana, estima que ese trasvase, que fue criticado en la localidad por inoportuno, era ineludible. Estaba pactado.
De cualquier manera, dice, en el futuro no será necesario hacer ese tipo de pagos pues Monterrey VI solucionará las demandas de agua potable requeridas por la numerosa población de la zona metropolitana de Monterrey, donde está 90% de los 4.4 millones de habitantes de la entidad.
El titular del organismo que regula el manejo del agua en Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas refiere que las autoridades fueron sorprendidas por la inclemente deshidratación que cundió por la región, en particular en territorio nuevoleonés.
Desde su punto de vista la situación de Nuevo León es de alerta. El periodo de lluvias en la entidad en el calendario oficial va del 15 de mayo al 15 de noviembre. Gutiérrez Santana señala que en realidad los meses de precipitaciones son de junio a septiembre, cuando se capta 70% de los recursos hídricos anuales.
Si no llueve en la próxima temporada, Nuevo León estará en problemas, considera, pues la situación de sequía más grave en el país está en la zona noreste.
Fragmento del reportaje que se publica en la edición 1902 de la revista Proceso, actualmente en circulación.

Fuente Proceso

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