"El salario mínimo está por los suelos y
va en aumento la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores”,
dijo el secretario general del PRD, Alejandro Sánchez Camacho.
Elizabeth Velasco C.
México,
DF. La dirigencia nacional del Partido de la Revolución
Democrática (PRD) sostuvo que este Primero de Mayo no hay nada que
celebrar en el país, debido a que las condiciones laborales de la
clase trabajadora están cada vez peor.
“Más que celebrar hay que afligirse, porque las condiciones laborales en el país son cada vez peores; el salario mínimo está por los suelos y va en aumento la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores”, dijo el secretario general del PRD, Alejandro Sánchez Camacho.
En ese sentido, refirió que la reforma laboral recientemente aprobada no beneficia al pueblo de México, ni se aprecian en ella “las bondades que tanto cacarearon los partidos para su aprobación”.
Para ilustrar sobre el deterioro de las condiciones de trabajo de los mexicanos, refirió que, con base a datos del INEGI, la tasa desempleo creció a 5.01 por ciento en marzo pasado, lo cual representa un incremento del 0.27 puntos porcentuales por arriba del 4.76 por ciento registrado en febrero de este año.
Aunado a ello, destacó, “la reforma laboral legaliza la contratación sin garantías, fomenta la fragmentación del salario y constriñe los espacios de arbitraje, así como los tiempos para el ejercicio del derecho de huelga.
En lo que respecta al empleo formal y la economía informal en México, comentó que las cifras oficiales de los últimos años contrastan con la realidad laboral que viven los mexicanos.
Al tercer trimestre de 2011, la tasa de ocupación informal subió hasta 29.2 por ciento de la población ocupada.“Ese porcentaje representa un total de 14.2 millones de trabajadores, dentro de una fuerza laboral de 51.4 millones de personas”, enfatizó el secretario general del PRD.
En otro estudio del INEGI se reportó que en diciembre de 2012, seis de cada 10 mexicanos trabajaban en la informalidad; es decir, 29.3 millones de personas que representan el 60.1 por ciento de los empleados del país. De ese total, casi 18 millones (61. 3 por ciento) son hombres y 11. 3 millones (38,7 por ciento) mujeres, comentó.
Respecto al empleo en los jóvenes, señaló que éste continúa siendo el sector que acusa la mayor vulnerabilidad en el rubro debido a que la tasa de desocupación juvenil se duplicó al pasar de 4.8 por ciento en 2001, a 10 por ciento en 2010, lo que representa más de siete millones de jóvenes que no estudian ni trabajan.
Fuente Proceso
“Más que celebrar hay que afligirse, porque las condiciones laborales en el país son cada vez peores; el salario mínimo está por los suelos y va en aumento la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores”, dijo el secretario general del PRD, Alejandro Sánchez Camacho.
En ese sentido, refirió que la reforma laboral recientemente aprobada no beneficia al pueblo de México, ni se aprecian en ella “las bondades que tanto cacarearon los partidos para su aprobación”.
Para ilustrar sobre el deterioro de las condiciones de trabajo de los mexicanos, refirió que, con base a datos del INEGI, la tasa desempleo creció a 5.01 por ciento en marzo pasado, lo cual representa un incremento del 0.27 puntos porcentuales por arriba del 4.76 por ciento registrado en febrero de este año.
Aunado a ello, destacó, “la reforma laboral legaliza la contratación sin garantías, fomenta la fragmentación del salario y constriñe los espacios de arbitraje, así como los tiempos para el ejercicio del derecho de huelga.
En lo que respecta al empleo formal y la economía informal en México, comentó que las cifras oficiales de los últimos años contrastan con la realidad laboral que viven los mexicanos.
Al tercer trimestre de 2011, la tasa de ocupación informal subió hasta 29.2 por ciento de la población ocupada.“Ese porcentaje representa un total de 14.2 millones de trabajadores, dentro de una fuerza laboral de 51.4 millones de personas”, enfatizó el secretario general del PRD.
En otro estudio del INEGI se reportó que en diciembre de 2012, seis de cada 10 mexicanos trabajaban en la informalidad; es decir, 29.3 millones de personas que representan el 60.1 por ciento de los empleados del país. De ese total, casi 18 millones (61. 3 por ciento) son hombres y 11. 3 millones (38,7 por ciento) mujeres, comentó.
Respecto al empleo en los jóvenes, señaló que éste continúa siendo el sector que acusa la mayor vulnerabilidad en el rubro debido a que la tasa de desocupación juvenil se duplicó al pasar de 4.8 por ciento en 2001, a 10 por ciento en 2010, lo que representa más de siete millones de jóvenes que no estudian ni trabajan.
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