El dispositivo se lleva a cabo con esporádicos conatos entre agentes y comuneros, dijo el delegado.
Rocío González Alvarado
México, DF. Con esporádicos conatos entre comuneros y
granaderos, autoridades del Gobierno del Distrito Federal realizan el
desmantelamiento de 18 aserraderos identificados en el casco urbano
de tres pueblos de la delegación Milpa Alta.
El operativo que se realiza con el apoyo de 4 mil elementos policiacos de manera simultánea en San Salvador Cuauhtenco, San Pablo Oztotepec y Santa Ana Tlacotenco comenzó desde las siete de la mañana y hasta el momento se lleva un avance de 60 por ciento, aseguró el jefe delegacional Víctor Hugo Monterola.
El sitio de mayor conflicto se registra en el kilómetro 26 y medio, a la entrada del pueblo de Santa Ana Cuautenco, donde los dueños de los aserraderos niegan que exista tala ilegal en los bosques de Milpa Alta, pues argumentan que cuentan con el permiso de la representación de los bienes comunales.
Constantino Aceves, de San Pablo Oztetepec, aseguró que no se trata de aserraderos sino de talleres comunitarios donde se procesa la madera de los árboles que derribó el viento en 2010. “Cada taller da empleo a alrededor de 20 personas, que con máquinas hechizas se han dedicado a esta actividad para sanear el bosque”, refirió el comunero.
En medio de sobrevuelos de helicópteros de la Secretaría de Seguridad Pública, los comuneros reclaman el actuar de las autoridades capitalinas, a quienes -dicen- no haber sido escuchados. “Nos afectan sin tener el conocimiento de lo que sucede”, expresaron.
Fuente La Jornada
El operativo que se realiza con el apoyo de 4 mil elementos policiacos de manera simultánea en San Salvador Cuauhtenco, San Pablo Oztotepec y Santa Ana Tlacotenco comenzó desde las siete de la mañana y hasta el momento se lleva un avance de 60 por ciento, aseguró el jefe delegacional Víctor Hugo Monterola.
El sitio de mayor conflicto se registra en el kilómetro 26 y medio, a la entrada del pueblo de Santa Ana Cuautenco, donde los dueños de los aserraderos niegan que exista tala ilegal en los bosques de Milpa Alta, pues argumentan que cuentan con el permiso de la representación de los bienes comunales.
Constantino Aceves, de San Pablo Oztetepec, aseguró que no se trata de aserraderos sino de talleres comunitarios donde se procesa la madera de los árboles que derribó el viento en 2010. “Cada taller da empleo a alrededor de 20 personas, que con máquinas hechizas se han dedicado a esta actividad para sanear el bosque”, refirió el comunero.
En medio de sobrevuelos de helicópteros de la Secretaría de Seguridad Pública, los comuneros reclaman el actuar de las autoridades capitalinas, a quienes -dicen- no haber sido escuchados. “Nos afectan sin tener el conocimiento de lo que sucede”, expresaron.
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