Alfredo Jalife-Rahme
Los 18 firmantes del reporte Un nuevo comienzo para el petróleo mexicano (http://es.scribd.com/doc/154397472/
Las-personas-en-esta-lista-contribuyeron
-a-la-discusion-y-a-las-conclusiones-de -este-reporte) están
encabezados por el estadunidense Duncan Wood, anterior profesor del ITAM
y director del Instituto México del Centro Woodrow Wilson (WWC), con su
sorprendente
Primera anomalía: un consejo consultivo(http://es.scribd.com/doc/154786178/ WWC-Mexico-Institute-Advisory-Board).
consejero (sic) de Pemex(¡uf!) figura entre los firmantes, en los que no podía faltar Juan Pardinas Carpizo, polémico director del Imco, de proclividad fascistoide, quien ha amenazado imponer por la fuerza la privatización, pese al repudio ciudadano (ver Bajo la Lupa, 30/6/13, 3, 7, 10, 14 y 17/7/13). ¿Dónde quedan consulta ciudadana y
democracia?
El hiperviolento Juan Pardinas Carpizo firma lo que sea con tal de privatizar, sin importunarle sus burdas imprecisiones: en el Imco firma que el shale gas (gas esquisto) de México es la
sexta reserva, mientras en el reporte WWC/ITAM rubrica que es la
cuarta, cuando es la tercera. Ja ja ja.
El reciente extravío de Pardinas Carpizo: incrementar ISR, IVA e impuesto predial para
liberar de la carga fiscal a Pemex. El Imco desea asfixiar a los mexicanos con tal de privatizar Pemex como sea.
Otro signatario, el británico David Shields, está vinculado a los intereses petroleros de la City.
Las dos posturas, de WWC/ITAM e Imco (su apéndice terrorista privatizador), bajo la batuta del estadunidense Wood, condensan las exigencias de Estados Unidos/Gran Bretaña para descolgar los máximos beneficios mediante el desmantelamiento de Pemex. ¿Quién defiende los intereses de México?
El
nuevo comienzode Wood/WWC/ITAM/Imco (http://www.wilsoncenter.org/sites/ default/files/wood_new_beginning _mexico.pdf) significa el inicio del fin de la libertad/independencia/seguridad energética de Pemex/México.
¿Por qué el desmedido interés del WWC, ya ni se diga de su excrecencia el ITAM (el Imco juega el papel del
cañón suelto), por la privatización de los hidrocarburos ajenos?
Su obsesión se centra en el cambio a la Constitución y la exigencia para privatizar/bursatilizar Pemex con
actores extranjeros (¡supersic!) y privados.
Si se trata de las aguas profundas/ shale gas (gas esquisto), ninguna empresa
mexicanaposee la tecnología llamada
madurani la capacidad financiera para una inversión de 50 mil millones de dólares al año.
La decapitación de Pemex como
modelo fallidoes catastrofista en el mejor de los casos: Wood/WWC/ITAM/Imco exageran que
en la presente tasa de extracción, la nación tendrá suficiente petróleo por solamente nueve años. ¿Y qué tal si es de 20 años, según otras fuentes?
¿A poco Pemex, mientras aprende la
transferencia tecnológicaen un mínimo de dos años, no puede iniciar ya la exploración en aguas profundas alquilando
tecnología maduraa los múltiples servidores del planeta?
Wood/WWC/ITAM/Imco se equivocan en el porcentaje de
alrededor de (sic) 30 por ciento del ingreso federal, cuando es de 40 por ciento. Aquí un 10 por ciento de diferencia, es decir, 12 mil 500 millones de dólares al año, es una fortuna, lo cual (en)marca su mala fe anticipada.
Wood/WWC/ITAM/Imco engañan con
las caídas gemelas en reservas y producción, cuando fueron para favorecer un bajo precio del barril que benefició unilateralmente a Estados Unidos en detrimento de los ingresos nacionales, mediante la inyección demencial de nitrógeno, lo cual fue la tónica de los gobiernos neoliberales desde Miguel de la Madrid: seis presidentes ininterrumpidamente petrofóbicos.
El núcleo entreguista/pactista/catastrofista dirigido por el estadunidense Wood repite su cacofónica retahíla desinformativa de que
Pemex carece de recursos técnicos y tecnología, y confunde tramposamente lo
privado: entre
doméstico(que carece de tecnología y de capacidad financiera), y
foráneo(el exclusivo dúo anglosajón). Por cierto, el
privado anglosajónno es el único imperante. La
competenciatambién es global.
Pemex no puede invertir en exploración/producción porque la Secretaría de Hacienda lo tiene deliberadamente asfixiado/hipotecado con un descomunal 67.4 por ciento de carga fiscal, que no tienen Noruega (19 por ciento) ni Colombia (11 por ciento) y que Wood/WWC/ITAM/Imco dan como
modelosa seguir, pero se olvidan de lo fundamental: su benigno tratamiento fiscal.
Wood/WWC/ITAM/Imco se cargan, como todo Estados Unidos, a la controvertida “revolución del shale gas”, sin importarles su daño ambiental, y no analizan el amplio abanico de posibilidades de Pemex para obtener financiamientos, usuales en el mercado entre las grandes potencias petroleras ( v. gr. las
Nuevas Siete Hermanas Estatales).
No me cierro, incluso, a las inversiones de la banca de Wall Street/la City, pero no como
copropietaria industrialde las aguas profundas/ shale gas (que requiere de inmensas cantidades de agua, lo cual tampoco es abordado por los entreguistas/pactistas/catastrofistas).
Otra superchería del núcleo Wood/WWC/ITAM/Imco:
Pemex carece de la capacidad independiente (¡supersic!) para invertir en su futuro y se encuentra técnicamente quebrado (¡supersic!) debido al inmenso peso de su deuda. No especifica la cifra de la deuda (se deduce que han de ser los fondos de pensiones del sindicato del PRI y las compras alocadas del PAN para beneficiar a España: más de 9 por ciento de la disfuncional Repsol). ¿Cómo puede estar
quebradala empresa 36 del ranking mundial, que ingresa más de 125 mil millones de dólares al año? Nonsense!
El deseo primordial de Wood/WWC/ITAM/Imco es obscenamente cleptomaniaco:
dejar que otros operadores (sic) entren al sectormediante trucos semiótico/contables de teleología bursátil entre
contratistasy
operadores. La enajenante frase clave:
un contratista (sic), aunque reciba honorarios por sus servicios, no puede contabilizar (sic) las reservas de gas y petróleo, ni puede reclamar la propiedad (¡supersic!) de los hidrocarburos que ayuda a explotar, mientras
el operador (¡supersic!) sí lo puede hacer. Traducción hierática: imponer el concepto de los
operadorespara contabilizar/bursatilizar las reservas de gas/petróleo y
reclamarsu
propiedad (¡supersic!). Aquí subyace la gran trampa de exigir los cambios a la Constitución.
Bajo la bursatilización encubierta con una
nueva técnica contablepara los
operadores, en forma paradójica, México acabará siendo importador-rehén de sus propios petróleo/ shale gas cedidos insensatamente a las trasnacionales anglosajonas.
No aprenden las lecciones: sucedió en Rusia con Boris Yeltsin y en Argentina con Carlos Menem.
Pemex/México no deben perder la propiedad ni el control ni la regulación extractiva.
Fuente La Jornada
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