A la medianoche y sin pronunciamientos, Borge entrega su segundo informe

Sergio Caballero

CANCÚN, Q. Roo (apro).- El gobernador Roberto Borge Angulo concluye este lunes su segundo año de gobierno en medio de una crisis financiera que lo ha obligado a endeudar más a la entidad y a poner en marcha un programa emergente de ajuste al gasto público para salir al paso.
Además, carga sobre sus espaldas los cuestionamientos de los partidos opositores de operar una “elección de Estado” en los pasados comicios en los que se llevó todo y de utilizar al Poder Judicial para denostar a sus enemigos, como la exalcaldesa de Tulum, Edith Mendoza, o para sacar adelante polémicos proyectos, como el Dragon Mart, cuya licencia de construcción fue autorizada por la Sala Constitucional  y Administrativa  (SCA) del Tribunal Superior de Justicia.

Asimismo, se le cuestiona que haya mantenido en puestos clave de su gabinete a personajes cercanos a su antecesor, como Félix González Canto, y los titulares de las secretarías de Gobierno, Educación y Turismo, Gabriel Mendicuti,  Sara Latife Ruiz Chávez y Juan Carlos González Hernández, respectivamente.
Con el supuesto apoyo de Borge, dos “felixistas” terminaron también como alcaldes de los municipios más importantes del estado: Mauricio Góngora, en Solidaridad (Playa del Carmen), y Fredy Marrufo, en Cozumel.
Por si fuera poco, enfrenta el descontento de los maestros que desde el pasado martes 3 mantienen un plantón frente al Palacio de Gobierno.
De 33 años de edad, el cozumeleño Borge rindió protesta como gobernador constitucional del estado el 26 de marzo de 2011. A su primer informe de gobierno, en septiembre de 2012, asistió el expresidente Carlos Salinas de Gortari y el exgobernador del Estado de México, Arturo Montiel, además de personajes de la farándula y los deportes, como Juan Gabriel, Itatí Cantoral y Óscar de la Hoya.
Este año, las protestas de maestros impidieron a Borge repetir la fiesta y optó por enviar su segundo informe al Congreso local la medianoche de este lunes.
Los mentores iniciaron sus protestas el pasado martes 3 con un plantón frente a las instalaciones del recinto legislativo, que luego trasladaron al Palacio del Gobierno. Un día después, el gobernador anunció que “por austeridad” había determinado cancelar su mensaje con motivo del segundo informe, mismo que se realizaría en el Centro de Negocios y Convenciones de Chetumal (CNCC).
Desde ese día los maestros han exigido a Borge que les informe de sus aportaciones al ISSSTE, así como de sus fondos de pensiones, recursos que supuestamente fueron a parar a las campañas del Revolucionario Institucional, partido que se llevó “carro completo” en las elecciones del pasado 7 de julio.
Luego del proceso electoral de julio, el PAN y PRD aseguraron que se trató de una “elección de Estado, ilegal, inmoral e inaceptable”, ya que –añadieron– “no hubo un árbitro neutral en la contienda”.
Asimismo, reprobaron la intromisión del gobierno de Borge y el uso de recursos públicos estatales a través de los programas sociales para favorecer las campañas adelantadas de los candidatos del PRI.
A esas protestas han seguido otras, luego de que el pasado 16 de julio el Congreso local –dominado por el PRI– aprobó una nueva deuda por  4 mil 984 millones para el estado.
Además, Borge anunció un “programa integral de disciplina racional en el manejo de los recursos financieros y materiales”, que incluye la reducción de salarios, la desaparición y función de dependencias estatales y el despido de cientos de trabajadores.
Ello, luego de que en mayo anterior la firma consultora Fitch Ratings bajó la calificación crediticia de Quintana Roo y la colocó en observación negativa. Entre sus consideraciones destacó “la elevada estructura de gasto corriente” del gobierno de Borge, y recomendó “una disminución del gasto operacional y/o el incremento de los ingresos disponibles, que genere adecuados y estables niveles de ahorro interno”.

Fuente Proceso