jueves, 29 de noviembre de 2012

En dos años, 15 defensoras de derechos humanos asesinadas en México.



MÉXICO, D.F. (proceso.com.mx).- Con el asesinato de la ecologista guerrerense Juventina Villa Mojica, entre diciembre de 2010 y noviembre de 2012, al menos 15 defensoras de derechos humanos fueron asesinadas, la mayoría de ellas provenientes de los estados de Chihuahua y Guerrero.
Y si se agrega Centroamérica, el número de homicidios de mujeres activistas asciende a 27, y muchas más viven en riesgo porque quedaron en medio de la guerra contra el narcotráfico, denunció la organización internacional en defensa de los derechos humanos, Asociadas por lo Justo (JASS), en el marco del 29 de noviembre, Día de las Mujeres Defensoras de Derechos Humanos.
Después de Colombia, México es el país de de América donde las defensoras de derechos humanos han recibido más amenazas.

“Hemos registrado un incremento alarmante en las amenazas y ataques contra defensoras en la región, en gran parte por las políticas de militarización y autoritarismo,” dijo Marusia Cruz López, directora de JASS-Mesoamérica.
Destacó que la guerra contra el narcotráfico ha sido un factor de riesgo adicional para las defensoras, sobre todo en México, Guatemala y Honduras donde el despliegue de las fuerzas armadas y policías en comunidades indígenas, barrios urbanos y zonas rurales ha generado mayor violencia y violación de los derechos humanos de las mujeres defensoras.
De las 292 reportes de amenazas enviadas a la Relatora de Defensores de la ONU en el periodo 2004-2009, incluidas amenazas de muerte, poco más de la mitad se refería a defensoras que trabajan en América. De éstas, Colombia registró el mayor número con 45 casos y México el segundo, con 27.
Jass cita una encuesta de 2011, en el que 76% de las defensoras mexicanas dijo haber sido víctima de violencia de género por realizar su trabajo en derechos humanos, el 40% señala a la violencia sexual como la principal forma de maltrato que enfrentan, y 12% reporta amenazas contra la familia, lo cual suele tener un mayor impacto en el caso de las mujeres defensoras por ser también madres.
“A los asesinatos de defensoras se agregan múltiples casos de violación, desaparición forzada e intimidación contra defensoras de derechos humanos en toda la región”, se lee en un comunicado de la organización internacional.

Fuente Proceso

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