Exigen cero represalias contra quienes
participaron en la ocupación, diálogo público y la reinstalación
inmediata de los estudiantes suspendidos del CCH Naucalpan.
Emir Olivares Alonso
México, DF. El
grupo de jóvenes que mantiene tomadas desde el viernes pasado las
instalaciones de la torre de rectoría de la Universidad Nacional
Autónoma de México (UNAM) se dijo en disposición de entregar esa
sede si las autoridades universitarias cumplen tres de los siete
puntos de los que ahora consta su pliego de demandas.
Las tres solicitudes que
lanzaron para desalojar el inmueble son: no represalias contra
quienes participaron en la ocupación, incluido el desistimiento
total de la acción penal ante la PGR interpuesta por la UNAM;
diálogo público en el que participen las autoridades de la
institución, los alumnos expulsados temporalmente del plantel
Naucalpan del Colegio de Ciencias y Humanidades (debido a un
enfrentamiento con trabajadores en febrero pasado), mismo que “debe
ser de carácter resolutivo”; y la reinstalación inmediata de los
suspendidos de Naucalpan.
En un mensaje que leyeron
ante los representantes de los medios de comunicación –casi una
hora después del mensaje que dio el rector José Narro en el que
aseveró que no habrá impunidad por estos hechos— y donde no
aceptaron preguntas, los jóvenes con los rostros cubiertos –“por
seguridad” argumentan— indicaron que los otros cuatro puntos “los
podemos dejar de lado en este momento”.
En ellos demandan una
consulta “amplia y participativa” de toda la comunidad,
incluyendo maestros y trabajadores, sobre la reforma educativa de los
CCH, conocida como “12 puntos”, aunque ahora sólo consta de
ocho.
Que se repudie la
“violación de la autonomía universitaria” ya que argumentaron
que durante los hechos de febrero pasado en el CCH Nasucalpan, la
policía del estado de México las ingresó a las instalaciones; la
desaparición del “anticonstitucional” tribunal universitario; y
que se sancione a los responsables de los hechos ocurridos 1 y 5 de
febrero en aquel plantel de bachillerato, entre ellos el director de
esa sede, Benjamín Barajas.
Por la tarde, se citó a
una asamblea que en principio se prevé realizar en el auditorio Che
Guevara de la Facultad de Filosofía y Letras, donde se pretende
discutir el futuro de esta acción.
Estamos a disposición de
entregar las instalaciones de la rectoría con la única condición
de que se dé cumplimiento a los tres primeros puntos del pliego
petitorio:
No represalias a los
integrantes de este movimiento que está en defensa de la educación
pública y gratuita. Desistimiento total de la acción penal que
interpuso la UNAM contra los integrantes del plantón de la rectoría.
Dos: exigimos un diálogo
público, donde prticipen las autoridades, los alumnos expulsados de
Naucalpan y comunidad universitaria. El diálogo tiene que ser de
carácter resolutivo. Que autoriddes fijen la hora, lugar y fecha de
manera pública para dicho diálogo.
Reinstalación inmediata
e incondicional de los seis expulsados del CCH Naucalpan por motivos
políticos, así como el cese inmediato de la campaña masiva en los
medios contra esta lucha.
Los siguientes puntos los
podemos dejar de lado en este momento:
Exigimos una consulta
amplia y participativa de toda la comunidad, incluyendo maestros y
trabajadores, sobre la reforma educativa de los CCH, mejor conocida
como 12 puntos, ahora 8.
Repudiamos la violación
de la autonomía universitaria por parte de autoridades metiendo en
las instalaciones de Naucalpan a la policía del estado de México y
exigimos sanción a los responsables de estos actos.
Seis: desaparición del
anticonstitucional tribunal universitario.
Siete: que se castiguen a
los responsables de los hechos ocurridos 1 y 5 de febrero en CCH
Naucalpan en este caso, el secretario general de CCH y de Benjamín
Barajas, director del plantel.
Fuente La Jornada
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