Gloria Leticia Díaz
MÉXICO, D.F. (apro).- Organizaciones sociales demandaron la
intervención del gobierno de Enrique Peña Nieto para que se investigue
el fraude de la agencia de colocaciones Chamba México contra más de 3
mil personas que buscaban trabajo en Estados Unidos y Canadá.
En
rueda de prensa, integrantes del proyecto Jornaleros Safe dieron a
conocer la existencia de mil 277 denuncias formales en procuradurías
locales en contra de Chamba México, empresa que contaba con registros de
las secretarías de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y del Trabajo y
Previsión Social (STPS) para ejercer como agencia de colocaciones.
Mayela
Blanco, de Dimensión Pastoral de la Movilidad Humana, informó que los
casos documentados por las organizaciones suman 3 mil 135, que
implicaron ganancias ilegales para Chamba México por 20 millones de
pesos.
Los afectados son residentes de Puebla, Nuevo León,
Durango, Guanajuato, Estado de México, San Luis Potosí, Michoacán,
Coahuila, Jalisco, Tamaulipas, Oaxaca, Zacatecas, Puebla, Hidalgo,
Veracruz, Baja California, Guerrero, Aguascalientes, Campeche, Yucatán,
Quintana Roo y Chiapas.
La activista también destacó que, desde
enero pasado, defensores vinculados a Dimensión Pastoral de la Movilidad
Humana detectaron las prácticas ilegales de Chamba México y reportaron
el hecho a las autoridades de la STPS, dependencia que validó el trabajo
de la empresa como colocadora de empleo.
“Chamba México ofrecía
tramitar visas H2A y H2B, en Estados Unidos, y también empleo temporal
en Canadá, donde se ofrecían supuestos pagos de 15 dólares la hora”,
apuntó la defensora.
Blanco contó que el activista César Álvarez
se hizo pasar por jornalero interesado en trabajar en Estados Unidos y
que el día 1 de abril se presentó junto con más de 300 personas en las
oficinas de Chamba México en San Luis Potosí, día en que fueron citados
los interesados para viajar primero a Monterrey y de ahí a Estados
Unidos.
“Ya les habían cambiado la fecha en dos ocasiones
anteriores, pero ese día lo que documentó el compañero fue muy triste,
pues cuando llegó había 144 personas formadas en una fila fuera de las
oficinas cerradas de Chamba México, y otras más estaban dispersas; la
gente estaba con maletas, algunos venían de otros estados de la
República y muchos llegaron con sus familiares para despedirse de
ellos”, narró.
La estrategia de citar a personas fuera de las
oficinas de Chamba México entre el 28 de marzo y el 1 de abril se
repitió en otras ciudades, donde la empresa tiene oficinas, como
Monterrey, Toluca y Puebla.
En la conferencia se presentó el
testimonio de una persona de Nezahualcóyolt, Estado de México, que pagó a
Chamba México 7 mil pesos y también entregó su pasaporte con la promesa
de que sería contratado en Estados Unidos.
Esta persona, de la
que no se proporcionó el nombre porque teme a represalias, contó que
acudió a las oficinas de la empresa en Toluca y confió en ella porque
funcionarios de la SHCP le aseguraron que la firma estaba legalmente
establecida.
También dijo que después de una espera infructuosa de
dos días, con el fin de que abrieran las oficinas de la agencia de
colocación, se interpuso una demanda por la afectación a unas 400
personas.
Gisela Vega, abogada de Global Workers Justice Alliance,
señaló que en Estados Unidos su organización se enteró del caso cuando
personas se acercaron a preguntar por la autenticidad de los
ofrecimientos de Chamba México:
“Lo que observamos fue una falta
de coordinación en la STPS, no hay información sobre la veracidad de la
empresa y la autenticidad de los reclutadores, como tampoco si los
puestos que ofrecen en Estados Unidos y Canadá realmente los están
pidiendo estos países”, resaltó.
Mariano Yarza, de Catholic Relief
Service, dijo que antes del fraude masivo el proyecto Jornaleros Safe
ya había denunciado a reclutadores que llegaban a comunidades a ofrecer
empleo en Estados Unidos y Canadá, quienes después desaparecían con el
dinero exigido a los interesados.
“Hubo ocasiones en que los
colocadores llevaban a la gente hasta el consulado de Monterrey, donde
recibían el monto restante del supuesto trámite, y después
desaparecían”, apuntó Yarza.
Después de solicitar la intervención
de la Procuraduría General de la República (PGR) para investigar los
casos, Yarza dijo que hasta ahora la STPS únicamente ha reaccionado
creando una línea telefónica para que la gente se informe si las
empresas son legales o no, “pero no hay forma de comprobar que las
agencias de colocación realmente estén ofreciendo empleos reales”.
Además,
denunció que las agencias del Ministerio Público donde se levantaron
las denuncias se han negado a dar a los afectados los números de
averiguaciones previas, “requisito fundamental para reportar el robo de
los pasaportes”.
Yarza exigió a la Secretaría de Relaciones
Exteriores (SRE) “la reposición de los pasaportes o bien a bajo costo,
así como integración de los afectados al Servicio Nacional de Empleo de
la STPS, y el compromiso de se les considere en las convocatorias para
trabajar en Estados Unidos, que de eso tiene información la
dependencia”.
Los representantes de la ONG insistieron en que la
PGR es la que tiene que intervenir para castigar a los responsables del
fraude masivo, además de que se tienen que fijar normas para obligar a
las agencias de colocación a ofrecer empleos reales y evitar engaños.
Al
reclamo del proyecto Jornaleros Safe, donde también participan el
Centro Independiente de Trabajadores Agrícolas y la United Farm Workers,
se sumaron decenas de organizaciones de derechos humanos y casas del
migrante.
Fuente Proceso
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