Armando Guzmán
VILLAHERMOSA, Tab., 10 de junio (apro).- José Manuel Saiz, el tesorero de la administración granierista, permanecerá en prisión por lo menos de seis a ocho meses antes de que su abogado defensor, el penalista Xavier Olea, pueda sacarlo mediante la promoción de un amparo.
Así lo dio a conocer el propio litigante, luego de confirmar que la noche del pasado domingo al Centro de Readaptación Social del Estado (Creset), en cumplimiento de una orden de aprehensión dictada por el Juzgado Segundo de Distrito, a solicitud de la Procuraduría General de la República (PGR).
La PGR tiene abierta una averiguación previa en contra del exfuncionario estatal por los presuntos delitos de peculado y operaciones con recursos de procedencia ilícita.
Olea aclaró también que la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) actuó debidamente al liberar a Saiz Pineda después de rendir su declaración ministerial sobre el origen de los 88.5 millones de pesos encontrados en una bodega, y que fue la PGR la instancia que detuvo al extesorero estatal, con base en una orden de aprehensión emitida por un juez federal.
De acuerdo con el penalista, el extesorero del Andrés Granier Melo deberá permanecer en prisión de seis a ocho meses por lo menos, mientras tramita un amparo para que su cliente pueda enfrentar el proceso en su contra en libertad.
Además, comentó que ignora cómo Saiz Pineda pasó la primera noche en el Creset, aunque notó que su ánimo no estaba bien. Sin embargo, aclaró que es un hombre fuerte, inteligente, que sabe las consecuencias que enfrenta.
Xavier Olea rechazó también que el extesorero pretendiera huir a Estados Unidos, aclaró que quería ingresar para acudir a la graduación de una hija que estudia en el vecino país, donde, dijo, pidió asilo político, pero le fue negado.
El extesorero ingresó alrededor de la medianoche al Creset y las 03:00 de la madruga fue sacado y llevado al Juzgado Segundo de Distrito, donde rindió su declaración preparatoria.
Casi dos horas después, alrededor de la 05:00 de la mañana, abandonó las instalaciones federales y fue llevado nuevamente al Creset, a bordo de una camioneta conocida como “perrera”, bajo fuerte operativo policiaco de la PGR.
Fuente Proceso
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