Ezequiel Flores Contreras
CHILPANCINGO, Gro. (apro).- El gobernador Ángel Aguirre Rivero
anunció que la policía estatal asumirá el control de la seguridad en
Iguala debido a la crisis que atraviesa este municipio administrado por
el PRD tras el asesinato de tres activistas, entre ellos el dirigente
perredista Arturo Hernández Cardona.
De esta forma, la Policía
Preventiva Estatal (PPE) está asumiendo el control de las funciones de
seguridad pública en cuatro de los 15 municipios que conforman la zona
norte de la entidad, luego de que los alcaldes perredistas de Cuetzala
del Progreso, Apaxtla de Castrejón y Teloloapan se declararon
incompetentes para revertir los efectos de la narcoviolencia.
Mientras
que en el caso de Iguala, el gobernador Aguirre dijo que no fue a
petición del alcalde, José Luis Abarca Velázquez, sino que él mismo ha
percibido “mucho malestar e inconformidad” sobre el desempeño de la
policía municipal.
Por ello, Aguirre recordó el caso de los ocho
uniformados detenidos por el Ejército el sábado 25 tras el atentando en
contra de la comandancia del municipio vecino de Teloloapan, que dejó
dos policías asesinados.
En esa ocasión se informó que los
policías de Iguala, además de viajar a bordo de una camioneta con
reporte de robo habilitada como patrulla oficial, no pudieron explicar
por qué se encontraban fuera de su jurisdicción. Actualmente permanecen
arraigados en una casa de seguridad de la Procuraduría local como
presuntos responsables de estos hechos violentos.
También dijo que
existe orden de aprehensión en contra del director de la cárcel de La
Unión de Isidoro Montes de Oca, Manuel Damián Chavarría, quien huyó del
penal luego de que un comando irrumpiera este domingo 9 para liberar a
nueve internos. Durante la acción asesinaron a dos custodios y quedaron
heridos un guardia y un interno.
Entrevistado durante una gira de
trabajo en esta capital, Aguirre dijo que –sobre el caso de Iguala– no
puede sustituir a los 350 policías municipales. Por ello, la policía
estatal sólo va a asumir los puestos de mando para depurar la
corporación.
Señaló que el gobierno estatal asignó seguridad a los
familiares de los integrantes del Frente de Unidad Popular (FUP) que
fueron privados de su libertad y posteriormente asesinados.
También
rechazó haber expresado su respaldo y apoyo al alcalde perredista de
Iguala, José Luis Abarca Velázquez, quien es responsabilizado por el
triple crimen.
Al respecto, Aguirre aseguró que en este caso no va
a proteger al alcalde perredista si se demuestra que tuvo relación con
el crimen de los tres activistas.
Advertencia a la UPOEG
Por
otro lado, el gobernador lanzó una advertencia al dirigente indígena
Bruno Plácido Valerio, que encabeza el grupo de guardias comunitarios de
la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG),
para que no mezclen los asuntos de seguridad con problemas de tipo
político.
Ello, debido a que desde finales de marzo, el grupo de
autodefensa que surgió en la región de Costa Chica tomó el control de la
seguridad en el municipio de Juan R. Escudero, ubicado en la región
Centró y administrado por la alcaldesa pianista, Elizabeth Gutiérrez
Paz, tras la ejecución de un integrante de la UPOEG y comandante de la
guardia comunitaria.
Desde entonces, los miembros de la UPOEG han
denunciado presuntos nexos de la alcaldesa panista con la delincuencia
organizada. En respuesta, Gutiérrez Paz acusa a los miembros de la
policía comunitaria que tienen tomada la cabecera municipal de incurrir
en excesos y cometer delitos, por lo que ha exigido la intervención del
gobierno estatal para regular el conflicto.
Sobre el caso, Aguirre
señaló: “Lo que he manifestado a Bruno Plácido y a la UPOEG es que no
confundamos, no metamos asuntos que son estrictamente de seguridad con
cuestiones de orden político. Si hay señalamientos de alguna situación
irregular que la presenten en el Congreso estatal, pero no podemos caer
en otro tipo de rutas que no pueden estar asociadas a la parte legal”.
No
obstante, el mandatario evadió hablar sobre el hecho de que la guardia
de la UPOEG ha extendido sus acciones en contra de la delincuencia hacia
la región Centro y la zona rural de Acapulco, a pesar de que Aguirre
anunció que aplicaría la ley a los policías comunitarios que salieran de
su jurisdicción reducida a la zona indígena de la entidad.
Comunitarios vigilan Xaltianguis
Integrantes
de la policía comunitaria, adherida a la Unión de Pueblos y
Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), tomaron el control de la
seguridad en el poblado de Xaltianguis, municipio de Acapulco, ante la
indolencia y omisión oficial frente a la delincuencia que actúa
impunemente.
Este hecho representa la tercera irrupción del brazo
armado de esta organización subsidiada por la administración de Ángel
Aguirre Rivero en este lugar ubicado a media hora del puerto de
Acapulco, región que se encuentra colapsada por la narcoviolencia que no
puede ser revertida a pesar del operativo policiaco-militar denominado
Guerrero Seguro.
La acción de la guardia comunitaria comenzó desde
la madrugada, se extendió a otras poblaciones de la zona rural de
Acapulco, y por la tarde se reportó la detención de dos personas,
indicaron fuentes oficiales.
En el poblado de Xaltianguis
permanecen al menos 150 policías comunitarios de la UPOEG, quienes
señalaron que asumieron las funciones de seguridad en este sitio porque
la ciudadanía así lo pidió.
Ello debido a que las autoridades
gubernamentales no hacen nada para inhibir a la delincuencia que opera
impunemente en esta zona, señalaron las fuentes consultadas.
La
guardia comunitaria de la UPOEG instaló retenes sobre la carretera
federal México-Acapulco y, en uno de los filtros, detuvo a un grupo de
policías estatales que se desplazaban a bordo de una patrulla oficial.
“Quítense
la gorra y las capuchas que parecen delincuentes”, ordenaron los
comunitarios a los uniformados, situación que provocó un altercado que
no pasó a mayores, refieren reportes periodísticos.
La presencia
de la guardia comunitaria de la UPOEG en la zona rural de Acapulco
comenzó desde hace más de dos meses, luego del asesinato de uno de sus
comandantes en el municipio de Juan R. Escudero.
Después de asumir
el control del poblado de Tierra Colorada, la cabecera municipal de
Juan R. Escudero, el grupo armado de la UPOEG comenzó a realizar
acciones en Xaltianguis, donde han detenido a varios presuntos
delincuentes relacionados supuestamente con la ejecución de uno de sus
compañeros.
Fuente Proceso
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