La nueva etapa de lucha se hará en torno a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona.
Hermann Bellinghausen, enviado
San Cristóbal de las Casas, Chis. El
EZLN anunció nuevas acciones políticas y reuniones “en fechas por
precisar”, y delimitó con quienes y cómo lo hará. Por lo pronto,
anuncia que dejan de existir como tales la Otra Campaña y la Sezta
Internacional. De ahora en adelante, los que participen en este
“camino” se reunirán en torno a la Sexta, como se habrá de
denominar la nueva etapa de quienes se adhieran a la Sexta
declaración de la selva Lacandona: “Hemos dado por terminada una
etapa en el camino que nos señala la Sexta, y pensamos que hay que
dar otro paso”.
Dentro de su más reciente comunicado (el número 5), en los pasajes “protegidos” con la contraseña “Marichiweu”, el subcomandante Marcos, vocero del EZLN, apunta: “Definido el quiénes somos, nuestra historia pasada y actual, nuestro lugar y el enemigo al que nos enfrentamos, como está plasmado en la Sexta Declaración, sigue pendiente el acabar de definir el por qué luchamos”. Definidos los “no”, admite, falta acabar de delinear los “sí” y más respuestas a los “cómo”, “cuándo”, “con quién”.
Dirigiéndose a los adherentes de la propuesta rebelde, dada a conocer inicialmente a finales de 2005, y que dio pie a la Otra Campaña, reitera: “nuestro pensamiento no es construir una gran organización con un centro rector, un mando centralizado, un jefe”, pues “todo intento de homogeneidad no es más que un intento fascista de dominación, así se oculte en un lenguaje revolucionario, esotérico, religioso o similar”. Cuando se habla de “unidad”, sostiene, se omite ésta es “bajo la jefatura de alguien o algo”.
“En el falaz altar de la ‘unidad’ no sólo se sacrifican las diferencias, también se esconde la supervivencia de los pequeños mundos de tiranías e injusticias que padecemos. La lección se repite. Y en cada vuelta del mundo, siempre es para nosotros el lugar del oprimido, del despreciado, del explotado, del despojado”. No obstante “el actual sistema ha llegado a un estadio de locura extrema. Su afán depredador, su desprecio absoluto por la vida, su deleite por la muerte y la destrucción, su empeño en instalar el apartheid para todos los diferentes, está llevando a la humanidad a su desaparición como forma de vida en el planeta”.
Para salvar a la humanidad “y la maltrecha casa en que habita”, se tienen ir “los de arriba”, considera el vocero rebelde. “Hablamos de destruir las relaciones sociales que posibilitan que alguien esté arriba a costa de que alguien esté abajo”.
Los zapatistas, dice, ven que hay machismo, patriarcado, misoginia; hay homofobia, desprecio al diferente, e izquierda como alternativa a la derecha, pero una cosa es serlo arriba y otra serlo abajo. La identidad más tramposa, de moda cada que el Estado moderno entra en crisis, es la de “ciudadanía”, sostiene. “No tienen nada en común y sí todo de opuesto y contradictorio el ‘ciudadano’ de arriba y el ‘ciudadano’ de abajo”.
Una diferencia “más grande, que atraviesa éstas”, es sustancial: “el que tiene posee porque despoja a los que no tienen”. Por ahora “sólo diremos que miradas, palabras, oídos y pasos de arriba tienden a la conservación de esa división”.
“Para imponernos respuestas a esas preguntas, o para evitar que las hagamos, se han construido catedrales gigantescas de ideas, algunas más o menos elaboradas, las más de las veces tan grotescas que no sólo admira que alguien las haya elaborado y alguien las crea, también que se hayan construido universidades y centros de estudios y análisis sostenidos en ellas”.
“No tiene por qué ser así”, prosigue. Mas “¿cómo es esa otra manera, ese otro mundo, esa otra sociedad que imaginamos, que queremos, que necesitamos? ¿Qué hay que hacer? ¿Con quién?”
En este nuevo paso, pero en el mismo camino de la Sexta Declaración de la Selva Lacandona, “trataremos de aplicar algo de lo que aprendimos en estos siete años y haremos cambios en el ritmo y la velocidad del paso” y también “en la compañía”.
“Uno de los muchos y grandes defectos que tenemos es la memoria. Recordamos quién estuvo cuándo y en dónde, qué dijo, qué hizo, qué calló, qué deshizo, qué escribió, qué borró”, advierte Marcos.
“Ya vimos quiénes fueron los que sólo se acercaron para sacar provecho político propio de la Otra Campaña, quiénes van brincando de una movilización a otra, seducidos por las masas, y paliando así su incapacidad para generar algo por sí mismos. Un día son anti electorales, otro día despliegan sus banderas en la movilización de moda; un día son maestros, al otro estudiantes; un día son indigenistas, al otro día se alían con finqueros y paramilitares. Claman por el fuego justiciero de las masas, y se desaparecen cuando llegan los chorros de agua de los tanques antimotines”. Y apunta: “No volveremos a caminar junto con ellos”.
Así mismo quiénes aparecen “cuando hay templetes, interlocuciones, buena prensa, atención, y se desaparecen a la hora del trabajo sin bulla pero necesario”. En todo este tiempo, nuestra mirada y nuestro oído no fueron para quienes estaban arriba del templete, sino para los que lo levantaron, los que hicieron la comida, barrieron, cuidaron, manejaron, volantearon, se la rajaron, como se dice por ahí. También vimos y escuchamos a quienes sobre los demás se treparon.
“Ya vimos quiénes son los profesionales de las asambleas, sus técnicas y tácticas para reventar reuniones de modo que sólo ellos, y quienes les siguen, queden para aprobar sus propuestas. Reparten derrotas por donde se aparecen dirigiendo mesas moderadoras, haciendo a un lado a los “fresas” y “pequeño burgueses” que no entienden que en el orden del día se juega el futuro de la revolución mundial.
Lo mismo “quiénes se presentan como luchadores por la libertad de los presos en los eventos y campañas, pero que nos demandaron abandonar a los presos de Atenco y continuar el recorrido de la Otra Campaña porque ya tenían su estrategia y sus eventos programados”. Con todos estos, los zapatistas, dice, “no volveremos a caminar”.
A partir de ahora “caminaremos junto a quienes invitemos y nos acepten como compas, lo mismo en la costa de Chiapas que en Nueva Zelanda”, el territorio de acción está “claramente delimitado”: el planeta llamado Tierra, ubicado en el llamado Sistema Solar”.
Ser de la Sexta “no requiere afiliación, cuota, inscripción”, no hay banderas sino “compromisos y consecuencias de esos compromisos”.
“Quienes, con el resurgimiento del EZLN, esperen una nueva temporada de templetes y grandes concentraciones, y las masas asomándose al porvenir, y los equivalentes a los asaltos al palacio de invierno, se desilusionarán. Es mejor que se vayan de una vez. No pierdan el tiempo, y no nos hagan perder el tiempo. El andar de la Sexta es de tranco largo, no para enanos del pensamiento. Nosotros no queremos sólo cambiar de gobierno, queremos cambiar de mundo.
Ratificamos que el EZLN no se aliará a ningún movimiento electoral. “Entendemos que haya quienes piensen que es posible transformar las cosas desde arriba sin convertirse en uno más de los de arriba. Ojalá y las desilusiones consecutivas nos los lleven a convertirse en eso contra lo que luchan”.
La palabra que proponga iniciativas organizativas, políticas y de difusión “será exclusiva para quienes nos lo requieran y aceptemos, y enviadas por el correo de la página electrónica a las direcciones que tenemos. También aparecerán en la página de Enlace Zapatista, pero sólo podrá accederse a su contenido completo por medio de una contraseña que irá cambiando continuamente”.
El EZLN pide “paciencia” para conocer las nuevas iniciativas, “cuyo principal objetivo será que estén en contacto directo con las bases de apoyo zapatista en la forma que, en mi humilde opinión y larga experiencia, es la mejor: como alumnos”. Los interesados que sean además “invitados expresamente por la Sexta-EZLN”, habrán de estar “en posibilidades de viajar a tierras zapatistas en fechas por precisar”.
Fuente La Jornada
Dentro de su más reciente comunicado (el número 5), en los pasajes “protegidos” con la contraseña “Marichiweu”, el subcomandante Marcos, vocero del EZLN, apunta: “Definido el quiénes somos, nuestra historia pasada y actual, nuestro lugar y el enemigo al que nos enfrentamos, como está plasmado en la Sexta Declaración, sigue pendiente el acabar de definir el por qué luchamos”. Definidos los “no”, admite, falta acabar de delinear los “sí” y más respuestas a los “cómo”, “cuándo”, “con quién”.
Dirigiéndose a los adherentes de la propuesta rebelde, dada a conocer inicialmente a finales de 2005, y que dio pie a la Otra Campaña, reitera: “nuestro pensamiento no es construir una gran organización con un centro rector, un mando centralizado, un jefe”, pues “todo intento de homogeneidad no es más que un intento fascista de dominación, así se oculte en un lenguaje revolucionario, esotérico, religioso o similar”. Cuando se habla de “unidad”, sostiene, se omite ésta es “bajo la jefatura de alguien o algo”.
“En el falaz altar de la ‘unidad’ no sólo se sacrifican las diferencias, también se esconde la supervivencia de los pequeños mundos de tiranías e injusticias que padecemos. La lección se repite. Y en cada vuelta del mundo, siempre es para nosotros el lugar del oprimido, del despreciado, del explotado, del despojado”. No obstante “el actual sistema ha llegado a un estadio de locura extrema. Su afán depredador, su desprecio absoluto por la vida, su deleite por la muerte y la destrucción, su empeño en instalar el apartheid para todos los diferentes, está llevando a la humanidad a su desaparición como forma de vida en el planeta”.
Para salvar a la humanidad “y la maltrecha casa en que habita”, se tienen ir “los de arriba”, considera el vocero rebelde. “Hablamos de destruir las relaciones sociales que posibilitan que alguien esté arriba a costa de que alguien esté abajo”.
Los zapatistas, dice, ven que hay machismo, patriarcado, misoginia; hay homofobia, desprecio al diferente, e izquierda como alternativa a la derecha, pero una cosa es serlo arriba y otra serlo abajo. La identidad más tramposa, de moda cada que el Estado moderno entra en crisis, es la de “ciudadanía”, sostiene. “No tienen nada en común y sí todo de opuesto y contradictorio el ‘ciudadano’ de arriba y el ‘ciudadano’ de abajo”.
Una diferencia “más grande, que atraviesa éstas”, es sustancial: “el que tiene posee porque despoja a los que no tienen”. Por ahora “sólo diremos que miradas, palabras, oídos y pasos de arriba tienden a la conservación de esa división”.
“Para imponernos respuestas a esas preguntas, o para evitar que las hagamos, se han construido catedrales gigantescas de ideas, algunas más o menos elaboradas, las más de las veces tan grotescas que no sólo admira que alguien las haya elaborado y alguien las crea, también que se hayan construido universidades y centros de estudios y análisis sostenidos en ellas”.
“No tiene por qué ser así”, prosigue. Mas “¿cómo es esa otra manera, ese otro mundo, esa otra sociedad que imaginamos, que queremos, que necesitamos? ¿Qué hay que hacer? ¿Con quién?”
En este nuevo paso, pero en el mismo camino de la Sexta Declaración de la Selva Lacandona, “trataremos de aplicar algo de lo que aprendimos en estos siete años y haremos cambios en el ritmo y la velocidad del paso” y también “en la compañía”.
“Uno de los muchos y grandes defectos que tenemos es la memoria. Recordamos quién estuvo cuándo y en dónde, qué dijo, qué hizo, qué calló, qué deshizo, qué escribió, qué borró”, advierte Marcos.
“Ya vimos quiénes fueron los que sólo se acercaron para sacar provecho político propio de la Otra Campaña, quiénes van brincando de una movilización a otra, seducidos por las masas, y paliando así su incapacidad para generar algo por sí mismos. Un día son anti electorales, otro día despliegan sus banderas en la movilización de moda; un día son maestros, al otro estudiantes; un día son indigenistas, al otro día se alían con finqueros y paramilitares. Claman por el fuego justiciero de las masas, y se desaparecen cuando llegan los chorros de agua de los tanques antimotines”. Y apunta: “No volveremos a caminar junto con ellos”.
Así mismo quiénes aparecen “cuando hay templetes, interlocuciones, buena prensa, atención, y se desaparecen a la hora del trabajo sin bulla pero necesario”. En todo este tiempo, nuestra mirada y nuestro oído no fueron para quienes estaban arriba del templete, sino para los que lo levantaron, los que hicieron la comida, barrieron, cuidaron, manejaron, volantearon, se la rajaron, como se dice por ahí. También vimos y escuchamos a quienes sobre los demás se treparon.
“Ya vimos quiénes son los profesionales de las asambleas, sus técnicas y tácticas para reventar reuniones de modo que sólo ellos, y quienes les siguen, queden para aprobar sus propuestas. Reparten derrotas por donde se aparecen dirigiendo mesas moderadoras, haciendo a un lado a los “fresas” y “pequeño burgueses” que no entienden que en el orden del día se juega el futuro de la revolución mundial.
Lo mismo “quiénes se presentan como luchadores por la libertad de los presos en los eventos y campañas, pero que nos demandaron abandonar a los presos de Atenco y continuar el recorrido de la Otra Campaña porque ya tenían su estrategia y sus eventos programados”. Con todos estos, los zapatistas, dice, “no volveremos a caminar”.
A partir de ahora “caminaremos junto a quienes invitemos y nos acepten como compas, lo mismo en la costa de Chiapas que en Nueva Zelanda”, el territorio de acción está “claramente delimitado”: el planeta llamado Tierra, ubicado en el llamado Sistema Solar”.
Ser de la Sexta “no requiere afiliación, cuota, inscripción”, no hay banderas sino “compromisos y consecuencias de esos compromisos”.
“Quienes, con el resurgimiento del EZLN, esperen una nueva temporada de templetes y grandes concentraciones, y las masas asomándose al porvenir, y los equivalentes a los asaltos al palacio de invierno, se desilusionarán. Es mejor que se vayan de una vez. No pierdan el tiempo, y no nos hagan perder el tiempo. El andar de la Sexta es de tranco largo, no para enanos del pensamiento. Nosotros no queremos sólo cambiar de gobierno, queremos cambiar de mundo.
Ratificamos que el EZLN no se aliará a ningún movimiento electoral. “Entendemos que haya quienes piensen que es posible transformar las cosas desde arriba sin convertirse en uno más de los de arriba. Ojalá y las desilusiones consecutivas nos los lleven a convertirse en eso contra lo que luchan”.
La palabra que proponga iniciativas organizativas, políticas y de difusión “será exclusiva para quienes nos lo requieran y aceptemos, y enviadas por el correo de la página electrónica a las direcciones que tenemos. También aparecerán en la página de Enlace Zapatista, pero sólo podrá accederse a su contenido completo por medio de una contraseña que irá cambiando continuamente”.
El EZLN pide “paciencia” para conocer las nuevas iniciativas, “cuyo principal objetivo será que estén en contacto directo con las bases de apoyo zapatista en la forma que, en mi humilde opinión y larga experiencia, es la mejor: como alumnos”. Los interesados que sean además “invitados expresamente por la Sexta-EZLN”, habrán de estar “en posibilidades de viajar a tierras zapatistas en fechas por precisar”.
Fuente La Jornada
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