Juan Carlos Miranda y Notimex
La apertura de Dragon Mart Cancún, megacentro comercial de 562 hectáreas en el que sólo se venderían productos chinos,
Quienes de plano solicitaron al gobierno federal detener el proyecto traería graves problemas a la industria nacional, cuya producción se vería desplazada por las mercancías asiáticas, aseguró el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), Sergio Cervantes Rodiles.
para evitar un enorme daño a la economía nacional, fueron los representantes de la Canacintra en el estado de México y la Cámara de la Industria de Transformación.
En entrevista, Cervantes Rodiles dijo que los sectores más seriamente afectados serían los fabricantes de aparatos electrónicos, zapatos y vestido, aunque también tendría repercusiones sobre la industria mueblera, médica, automotriz y de materiales de construcción, entre otras.
El complejo implica una inversión de más de 200 millones de dólares y va a incluir 3 mil 42 locales de exhibición de productos chinos en el predio El Tucán, cerca de Puerto Morelos, Quintana Roo. También se construirán alrededor de mil 200 viviendas. Se ha dicho que unos 10 mil asiáticos vendrían a vivir a México.
El dirigente empresarial adelantó que ya ha sostenido acercamientos con los gobernadores de Yucatán y Campeche, y buscará reuniones con los de Tabasco y Chiapas, para impulsar que el complejo sea
estilo Dragon Mart, pero que en él se puedan comercializar también productos hechos en el país o que se busquen medidas para que los empresarios chinos sólo puedan traer bienes que no se fabrican en México.
Cervantes señaló que China encuentra cada vez más dificultades para distribuir sus productos por la logística que implica atravesar grandes distancias, y la forma que ve para hacerlo es incrementar sus puntos de venta en varias partes del mundo para distribuir su mercancía por el área o la región.
Juan Manuel Chaparro, presidente de fomento industrial de Canacintra, de la sección Naucalpan, estado de México, fue más allá, al demandar que se cancele el proyecto Dragon Mart en Quintana Roo, debido a que
sólo generará desempleo, competencia desleal y daños al medio ambiente.
Los productos chinos son de baja calidad, no cumplen los requisitos en rubros como salud y el proyecto implica que llegarán con subsidios al país para su comercialización, afirmó.
Dañan la mano de obra, la planta productiva y el medio ambiente; sus mercancías son transportadas en barcos, en una zona de reserva ecológica. Generan mucha basura en su camino y meten desechos en los productos que consumimos, agregó Chaparro.
Refirió que este proyecto daña a México y sólo beneficia a China, ya que traerá un incremento en el desempleo, que en los cinco años recientes se ha incrementado en un millón 41 mil personas, para alcanzar dos millones 600 mil a noviembre de 2012, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
Juan Manuel Chaparro detalló que la Canacintra pidió al
gobierno federal evitar esta competencia desleal y buscar otros
proyectos que permitan impulsar la producción nacional para incrementar
el desarrollo y progreso de México y su población.
Resaltó que
Agregó que se pretende que este Dragon Mart Cancún sea el más grande centro importador-exportador de productos chinos en América, y que el gobierno anterior facilitó iniciar su construcción en febrero de 2013 y terminarlo en abril de 2014.
En Monterrey, Nuevo León, el presidente de la Cámara de la Industria de Transformación (Caintra), Eugenio Clariond Rangel, solicitó al gobierno federal detener el proyecto Dragon Mart Cancún, pues afectará los sectores ferretero, autopartes, muebles, agroindustrial, productos electrónicos y hardware, entre otros.
Este proyecto, destacó, es manejado por Chinamex, empresa creada, operada y capitalizada directamente por el gobierno chino con el objetivo de exportar productos, adquirir grandes extensiones de tierra e insertar ciudadanos chinos en otros países.
La instalación de este proyecto, que funcionaría bajo la figura de depósito fiscal, tendrá graves consecuencias para la planta productiva, el tejido social de la región, la infraestructura turística y el medio ambiente, continuó.
El directivo expuso que Dragon Mart Cancún representa una estrategia
Dichos productos, añadió, podrían entrar sin pagar impuestos ni aranceles, lo que consecuentemente se traduciría en evasión de impuestos y en el incremento de la informalidad de cientos de trabajadores.
Clariond Rangel concluyó que
Fuente La Jornada
No cabe duda que México requiere inversiones, pero no aquellas de tan reconocidas tendencias que, en lugar de aportar, extinguen industrias, restan competitividad a nuestro país y desplazan la mano de obra nacional, dijo.
Resaltó que
este tipo de proyectos lo que contienen en esencia son productos subsidiados y carentes de seguridad para los usuarios, que desplazan definitivamente a las cadenas productivas nacionales. Consideró que regularmente violan la propiedad industrial e intelectual o están fabricados fuera de cualquier norma oficial mexicana o de alguna norma mexicana o internacional.
Agregó que se pretende que este Dragon Mart Cancún sea el más grande centro importador-exportador de productos chinos en América, y que el gobierno anterior facilitó iniciar su construcción en febrero de 2013 y terminarlo en abril de 2014.
En Monterrey, Nuevo León, el presidente de la Cámara de la Industria de Transformación (Caintra), Eugenio Clariond Rangel, solicitó al gobierno federal detener el proyecto Dragon Mart Cancún, pues afectará los sectores ferretero, autopartes, muebles, agroindustrial, productos electrónicos y hardware, entre otros.
Solicitamos a las nuevas autoridades de Hacienda, Economía y Protección Ambiental detener el proyecto Dragon Mart para evitar un enorme daño a la economía formal del país, agregó.
Este proyecto, destacó, es manejado por Chinamex, empresa creada, operada y capitalizada directamente por el gobierno chino con el objetivo de exportar productos, adquirir grandes extensiones de tierra e insertar ciudadanos chinos en otros países.
La instalación de este proyecto, que funcionaría bajo la figura de depósito fiscal, tendrá graves consecuencias para la planta productiva, el tejido social de la región, la infraestructura turística y el medio ambiente, continuó.
El directivo expuso que Dragon Mart Cancún representa una estrategia
para triangular la invasión de productos chinos aprovechando el Tratado de Libre Comercio con América del Norte(TLCAN).
Dichos productos, añadió, podrían entrar sin pagar impuestos ni aranceles, lo que consecuentemente se traduciría en evasión de impuestos y en el incremento de la informalidad de cientos de trabajadores.
Clariond Rangel concluyó que
el impacto al medio ambiente es mayor, debido a la construcción en una zona protegida y con poca infraestructura para manejar los residuos que se generen.
Fuente La Jornada
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