lunes, 29 de julio de 2013

Disminuyen sentencias pero no delitos por trata de personas: CDHDF



MÉXICO, D.F. (apro).- Las cifras sobre la lucha contra la trata de personas con fines de explotación sexual en el Distrito Federal son nada alentadoras.
Mientras ese delito mantiene una tendencia ascendente, el castigo a los culpables disminuye, según el Tercer Informe Respeto de los derechos humanos en materia de trata de personas con fines de explotación sexual y violencia feminicida presentado hoy en la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF).
Según el estudio, la cantidad de sentencias por ese delito se redujo de 49 en 2011 a 44 en 2012.

Mucho menor fue el número de consignaciones: de 49 en 2011, bajaron a 12 en 2012, lo que representa una disminución de 400%, señala el informe.
El documento, que fue presentado esta mañana en el salón Digna Ochoa de la sede de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), señala además que si bien se realizó el mismo número de operativos en 2011 que en 2012, en el primer año fueron rescatadas 164 víctimas y año siguiente la cifra llegó apenas a 65 y se detuvieron a 53 personas.
Las averiguaciones previas también aumentaron: en 2011 se iniciaron 11 por 16 del año siguiente, lo que representa un aumento del 31%.
Luis González Placencia, presidente de la CDHDF, consideró que la disminución en el combate a ese delito puede deberse a la baja de denuncias, pero también al fortalecimiento de las redes de trata.
“Estas disminuciones podrían evidenciar una baja en las denuncias por el fenómeno de trata, lo cual a su vez estaría vinculado con un fortalecimiento de las redes de trata. Entonces, más que hablar de deficiencia en términos de lo que los juzgadores han hecho, aquí cabría señalar la necesidad de evitar que se ‘invisibilice’ el fenómeno” y conminar a que la gente denuncie”.
El ombudsman capitalino comentó que si bien 65 personas rescatadas parecen pocas en comparación con las que son víctimas de trata, es un hecho también que no hay datos oficiales que permitan hacer una comparación efectiva de la situación real.
“De cualquier manera una persona rescatada ya implica un gran valor”, abundó, y lo más importante, dijo, es generar las condiciones para que una persona que ha sido rescatada se reintegre “efectivamente” a la sociedad en general.
“No basta con rescatarlas porque si no se da seguimiento a estos rescates, las posibilidades de caer a una red son muy altas”, advirtió.
María Antonia Chávez, coordinadora del Observatorio Latinoamérica, indicó que la trata y tráfico de personas, capítulo México, se ha multiplicado en los últimos cinco años, que está visibilizado recientemente y poco se ha podido conocer a fondo de manera cualitativa y cuantitativamente.
Por su parte, José Bonilla, director de la Fundación de la Mano con la Justicia AC, afirmó que “la información proporcionada por las autoridades del Distrito Federal es total y absolutamente ridícula para la magnitud del problema que estamos enfrentando por el delito de trata de personas con fines de explotación sexual. Esto se traduce como una falta de respeto para las mujeres”, criticó.
Bonilla señaló que el Ministerio Público es quien tiene que perseguir e investigar los delitos y a la PGJDF se le debe exigir que realice su trabajo con responsabilidad y dé una lucha frontal contra los grupos delictivos o delincuencia organizada que controlan a los adolescentes con fines de trata.
La trata de mujeres, niñas y adolescentes, abundó, es consecuencia de un Estado que no ha garantizado el derecho a vivir una vida libre de violencia, dado que las condiciones de desigualdad y de relaciones de dominación de hombres hacia mujeres, se reproducen llegando a formas extremas como el feminicidio.
González Placencia insistió que debe haber un cambio cultural para que no se vea a la sexualidad como una mercancía.
“Podemos tener mejores leyes, elevar las penas contra este delito y generar condiciones para que el sistema de procuración de justicia sea más elástico para poder perseguir a los delincuentes pero esto no será efectivo si no hay un cambio en materia de percibir a la sexualidad, mientras haya alguien que quiera comprar sexo siempre va a existir este delito”, subrayó.
El ombudsman capitalino consideró que debe construirse un nuevo sujeto masculino que aprenda a plantear nuevas relaciones.
“Mientras alguien quiera comprar sexo va a haber motivos para que alguna persona sea convertida en mercancía”, dijo González Placencia, por lo que convocó a la sociedad en general a ir “desconstruyendo” (sic) el fenómeno de la trata de personas, en la educación de hijas e hijos, en la relación con las parejas y en la manera de relacionarse con las demás personas.
Quien consume sexo de esta manera, añadió, tiene que hacerse responsable de que detrás de esa persona que en ese momento es considerada una mercancía hay una serie de violencias acumuladas que inician con mecanismos de engaño y de seducción.
González Placencia consideró que hace falta una política pública en la materia que permita visibilizar los efectos de la trata de personas en las víctimas y plantear la corresponsabilidad que eventualmente pueda tener el consumidor en todo el proceso.

Fuente Proceso

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