Pedro Matías
OAXACA, Oax. (apro).- Artistas e intelectuales exigieron a la
Secretaría de Gobernación regresar de inmediato a la prisión de esta
ciudad a los siete presos indígenas de Loxicha, acusados de pertenecer
al Ejército Popular Revolucionario (EPR). Ellos fueron trasladados a un
penal federal de Tabasco, informó el diputado local Flavio Sosa
Villavicencio.
En una carta dirigida al secretario Miguel Ángel
Osorio Chong y firmada por el pintor Francisco Toledo, el actor Damián
Alcázar, los escritores Guillermo Fadanelli, Tryno Maldonado y Leonardo
da Jandra, el cineasta Rigoberto Perezcano y el abogado Gilberto López
Jiménez advierten que el traslado de los presos implicó violaciones a
leyes mexicanas y al derecho internacional.
Sosa, integrante de la
Comisión de Derechos Humanos del Congreso local, consideró que con el
regreso de Agustín Luna Valencia, Fortino Enríquez Hernández, Eleuterio
Hernández García, Abraham García Ramírez, Álvaro Sebastián Ramírez,
Zacarías Pascual García López y Justino Hernández José se restablecerá
el Estado de derecho.
Luego de entregar la carta el director
general para la zona Sur-Sureste de la Secretaría de Gobernación,
Celestino Alonso Álvarez, el diputado del Partido del Trabajo manifestó
que esta acción “es un llamado a restituir el Estado de Derecho, a que
el gobierno cumpla con la ley, y confiamos en que pronto habrá una
respuesta positiva”.
En la carta, los firmantes explicaron que el
pasado 7 de junio los siete indígenas de Loxicha fueron trasladados –sin
aviso a sus familiares– desde las penitenciarías de Santa María Ixcotel
y de la Villa de Etla, Oaxaca, al Centro Federal de Readaptación Social
(Cefereso) 13, en Mengolí de Morelos, Miahuatlán de Porfirio Díaz, en
la Sierra Sur del mismo estado.
A partir de entonces, las
autoridades dejaron a los presos sin contacto con sus familiares por
cerca de dos semanas, hasta que el 20 de junio los parientes tuvieron
acceso al Cefereso de Miahuatlán, donde sólo por videoconferencias se
les permitió ver a los presos, quienes denunciaron diversos malos tratos
cometidos por agentes federales en el traslado.
Cuando los
familiares hicieron públicas esas denuncias, los presos fueron
trasladados de nuevo, el 21 de junio, al Cefereso de Huimanguillo,
Tabasco, igualmente sin notificar a sus parientes.
En la carta,
los firmantes señalaron que los sucesivos traslados contravinieron lo
dispuesto por el artículo 18 de la Constitución federal, que establece
que “los sentenciados (…) podrán compurgar sus penas en los centros
penitenciarios más cercanos a su domicilio, a fin de propiciar su
reintegración a la comunidad como forma de reinserción social”.
También
es violatorio de las reglas mínimas para el tratamiento de los reclusos
de las Naciones Unidas, cuyo párrafo 44 establece que “todo recluso
tendrá derecho a comunicar inmediatamente a su familia su detención o su
traslado a otro establecimiento”, y del Conjunto de Principios para la
protección de todas las personas sometidas a cualquier forma de
detención o prisión.
“Después de cada traslado de un lugar de
detención o prisión a otro, la persona detenida o presa tendrá derecho a
notificar, o a pedir que la autoridad competente notifique, a su
familia o a otras personas idóneas que él designe (…) su traslado y el
lugar en que se encuentra bajo custodia”, dice el Principio 16 del
Conjunto mencionado.
Por ello, los firmantes solicitaron trasladar
de inmediato de Tabasco a penales de Oaxaca a los presos indígenas
Agustín Luna Valencia, Fortino Enríquez Hernández, Eleuterio Hernández
García, Abraham García Ramírez, Álvaro Sebastián Ramírez, Zacarías
Pascual García López y Justino Hernández José, detenidos desde 1996.
En
la carta, en la que se señala copia al comisionado nacional de
Seguridad, Manuel Montragón y Kalb, y a la subsecretaria de Asuntos
Jurídicos y Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Lía Limón
García, también demandaron iniciar los procedimientos para investigar
las violaciones a derechos humanos y sancionar a quienes las hayan
cometido.
En el documento, que incluye una amplia argumentación
jurídica, igualmente pidieron dar a conocer a los presos, sus familiares
y al resto de la sociedad las condiciones bajo las cuales fue posible a
ciertos funcionarios públicos violar los derechos humanos en este caso,
y explicar las medidas que se tomasen para la no repetición de estos
hechos.
Además del propio Flavio Sosa, la carta fue firmada por el
pintor Francisco Toledo, el actor Damián Alcázar, los escritores
Guillermo Fadanelli y Tryno Maldonado, el cineasta Rigoberto Perezcano,
el filósofo Leonardo da Jandra y el abogado Gilberto López Jiménez.
Damián Alcázar es un actor mexicano que ha destacado en películas como El crimen del padre Amaro, Un mundo maravilloso, La ley de Herodes, El infierno y en el extranjero Las Crónicas de Narnia, entre otros filmes. Es el actor mexicano que más Arieles ha ganado.
Tryno Maldonado es autor de las novelas Viena roja, Temporada de caza para el león negro y Teoría de las catástrofes, entre otras creaciones literarias. Guillermo Fadanelli es autor de nueve obras en ese género, entre ellas Educar a los topos, Malacara, Hotel DF y Mis mujeres muertas. Rigoberto Perezcano dirigió la película Norteado, ganadora del Premio del Jurado en el Festival de Cine Latinoamericano de Utrecht en 2010 y de un Ariel.
Fuente Proceso
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