Por redaccion/sinembargo
El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) dijo este jueves que el nivel de endeudamiento de los estados, además de los sistemas de pensiones estatales, sitúan a México “frente a una crisis que puede tornarse catastrófica”. Juan Pardinas, director general del organismo, advirtió que en cinco años estaremos muy cerca de una contingencia financiera del tamaño de la de España.
Pero también advirtió: “Si no tenemos mecanismos de rendición de cuentas más claros, nada nos garantiza que en un lustro no vayamos a estar en una situación sumamente difícil, sobre todo si vemos la trayectoria y que muchos estados se endeudan sin que quede muy claro para qué”.
Está clara la emergencia. Pero no la emergencia de nuestros políticos, sino la emergencia de los ciudadanos: necesitamos saber, urgentemente, en qué están gastando el dinero. Nos urge llamarlos a cuentas.
El PRI, por varias vías, está demandando que se realice un rescate de Estados y municipios endeudados. Quiere un nuevo Fobaproa, ¿lo recuerda?, allá entre 1995 y 1997, cuando rescatamos, todos los ciudadanos, a empresas de multimillonarios y a banqueros en aras de generar “estabilidad financiera”.
Nos quieren ver otra vez la cara de idiotas. Podemos buscar sinónimos como “tontos”, “burros”. Ni vuelta qué darle: es tal cual: cara de idiotas.
Quizás no haga falta explicarlo mucho. Sólo tenemos que dar un nombre: Humberto Moreira. Él y su hermano Rubén escondieron durante años (hasta el día de hoy) los detalles de la deuda de Coahuila, hasta que estalló. Él y su hermano se han negado a transparentar el gasto: a decir exactamente en qué usaron esos casi 40 mil millones de pesos. Él y su hermano llevaron a casi la quiebra (claro, tuvieron otros préstamos para que funcionara la administración y se pagaran réditos) a un estado.
Y ahora el PRI quiere que entre todos los rescatemos. A ellos, y a todos los que se beneficiaron por esa deuda como los prófugos, como el ex tesorero de Humberto, Javier Villarreal, quien con todo el dinero que se llevó tiene una fortuna mayor a la del Presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
¿Otro Fobaproa? ¿El serio?
¿Por qué mejor no impulsan una ley que obligue a que todos los gobernadores que rebasaron ciertos niveles de endeudamiento –como Leonel Godoy o Juan Sabines, como Humberto Moreira o como Amalia García– expliquen exactamente en qué gastaron cada centavo?
La gran pregunta con el pueblo mexicano es: ¿Dejaremos que lo vuelvan a hacer? ¿Dejaremos que, otra vez, los políticos nos vean la cara de idiotas?
¿Otro Fobaproa, ahora para políticos?
¿En serio, mexicanos? ¿En serio?
Fuente Sinembargo.mx http://www.sinembargo.mx/opinion/24-11-2012/10867
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