martes, 20 de agosto de 2013

La PGJDF inició 42 averiguaciones por feminicidio y sólo 12 terminaron en sentencia



Anaiz Zamora Márquez

MÉXICO, D.F., (apro-cimac).- La erradicación de la violencia de género es un objetivo a largo plazo, admite la presidenta del Instituto de las Mujeres del Distrito Federal (Inmujeres-DF), Beatriz Santamaría.
En entrevista, la funcionaria asegura que para eliminar “la misoginia y el machismo” con el que actúan los funcionarios del gobierno es necesario apostarle a una capacitación constante.

Y para erradicar la violencia, añade, se requiere de una “visión para construir la ciudad que queremos en 20 años, nos toque verlo o no”.
Todo lo que construyamos en estos próximos años, dice, “es la garantía de cómo van a vivir nuestras hijas”, y para ello, insiste, es necesario fortalecer el sistema de atención a víctimas. Esa, afirma, es una prioridad dentro del Inmujeres-DF.
En 1996, la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) aprobó la Ley de Asistencia y Prevención de la Violencia, la primera en todo el país, en la que se definieron y sancionaron los actos de poder y maltratos físicos, verbales, psicoemocionales o sexuales dentro de la familia.
La norma se reformó en 2008, cuando entró en vigor la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, y se creó el Modelo Único de Atención a las Mujeres Víctimas de Violencia.
De acuerdo con Santamaría, desde el Inmujeres-DF no se tiene prevista una modificación a ese modelo, pues “poco a poco vamos abonando en el cumplimiento de la ley” para avanzar hacia un sistema más eficiente, aclara.
La violencia contra las capitalinas, añade, no se ha incrementado, y la razón por la que ahora se tienen cifras tan elevadas de crímenes y agresiones contra mujeres, detalla, es porque la cultura de denuncia se ha reforzado.
“Nosotras tenemos una hipótesis: cuando se incrementa la violencia es porque hay una tendencia clara de que las mujeres están denunciando, (antes) no denunciaban porque no tenían el respaldo de sus instituciones y su gobierno”, apunta la funcionaria.
Sobre la violencia que padecen las capitalinas da cuenta la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endireh) 2011, según la cual el porcentaje de mujeres víctimas de agresiones en su relación de pareja ascendió a 51.9%, un aumento de más de ocho puntos porcentuales respecto de 2006, cuando la violencia afectaba a 43.5% de las habitantes.
El Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF) también ha informado sobre el aumento de la violencia de género. De acuerdo con su informe 2012, entre enero de 2010 y junio de 2011, tan sólo en el DF y otras siete entidades se registraron mil 235 casos de mujeres víctimas de presunto feminicidio.
En 2012, la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) inició 42 averiguaciones previas por ese delito, y mediante una solicitud de información al Tribunal Superior de Justicia se pudo constatar que el año pasado sólo fueron sentenciadas 16 personas por feminicidio.
La PGJDF informó que de enero a diciembre de 2012 se iniciaron 2 mil 226 averiguaciones previas por abuso sexual, de las cuales 2 mil 108 corresponden a mujeres, mientras que de enero a junio de 2013 se tiene registro de 877 averiguaciones previas por el mismo delito contra las capitalinas.

Barreras culturales

Al preguntarle de qué manera el personal judicial recibe las denuncias, Santamaría reconoce que persisten “barreras” en el acceso a la justicia, ya que entre los funcionarios –principalmente agentes del Ministerio Público– prevalecen visiones machistas y misóginas.
“Pero éstas son barreras culturales. Nada más imagínate que han sido personas que toda su vida fueron formadas en un ambiente misógino, machista, que hasta fueron víctimas de violencia ellos mismos, entonces se ha reproducido” la violencia, explica.
Por ello, destaca que el Inmujeres-DF le apuesta en gran medida “a la capacitación y sensibilización” de funcionarios capitalinos”.
Subraya:
“Hemos hecho una gran inversión en los procesos de capacitación y sensibilización, pues como institución el Inmujeres-DF está obligado a capacitar a todo el gobierno (…). Para casos muy especializados tenemos seminarios, diplomados y coloquios”.
De acuerdo con Santamaría, de 2007 a marzo de 2013 se ha capacitado a 20 mil 409 servidoras y servidores, 10 mil 694 de ellos hombres, sobre todo porque son los que atienden a las mujeres en atención inicial. “También estamos por firmar nuestro convenio de colaboración de capacitación con la PGJDF en su Instituto de Profesionalización, para que cualquier persona candidata a ingresar pase por un módulo inicial de formación de conocimiento de derechos humanos y de prevención de violencia”.
Y puntualiza que para lograr ese cambio cultural hacen falta más recursos económicos y más voluntad política, por lo que la dependencia a su cargo, afirma, pugna de manera permanente por la asignación de más presupuesto.
“Año con año el Inmujeres-DF tiene un proceso de formación en donde sienta a todas las unidades responsables del gasto para decirles: esta es la agenda prioritaria de las mujeres. En el presupuesto de género para 2013 tuvimos 100 millones de pesos más que en 2012, y te puedo asegurar que más de 80% de ese presupuesto está etiquetado para enfrentar la violencia contra las mujeres”.

Falta de políticas públicas

La funcionaria admite que no se trata sólo “de que cambie la cultura por cambiar”, el gobierno también tiene la responsabilidad de generar políticas públicas, programas y presupuesto para generar mecanismos y acciones encaminadas a cambiar la cultura, apunta.
De acuerdo con la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia para el DF, la dependencia que encabeza Santamaría está obligada a “diseñar lineamientos, mecanismos, instrumentos e indicadores” para “la capacitación y especialización de las y los servidores públicos en perspectiva de género y derechos humanos de las mujeres”.
De su lado, la Ley del Instituto de las Mujeres del DF, en su artículo ocho, ordena a la dependencia “impulsar, coordinar y evaluar con y en las dependencias de la Administración Pública acciones y políticas públicas contra la violencia, la discriminación y en materia de salud, educación, empleo, capacitación y deporte tendientes a garantizar la igualdad de oportunidades, verificando la adopción de las medidas y programas establecidos.”
Beatriz Santamaría destaca que en los últimos años el Inmujeres-DF se ha centrado en la creación de un “sistema protocolarizado” para la atención a las mujeres víctimas de violencia, es decir, la instrumentación de protocolos que definan de manera clara y precisa las obligaciones de cada funcionario y cada dependencia, como el Protocolo para la Prevención, Atención y Sanción del Acoso Sexual en la Administración Pública del DF, en operación desde 2012.
De igual manera resalta que tal protocolo establece sanciones para el personal que incumpla con las disposiciones ahí marcadas. Sin embargo, en una revisión al documento se detectó que no existen dichas sanciones y sólo se ordena la realización de un informe para ubicar “las necesidades de capacitación” y dar vista a la Contraloría General del Distrito Federal.
Al respecto, la presidenta del Inmujeres-DF menciona que recientemente se diseñó el Plan de Acción Permanente para enfrentar la Violencia contra las Mujeres y Prevenir el Delito de Feminicidio, mismo que se presentará en días posteriores.
Destaca que con el fin de “fortalecer la atención que tenemos al interior de nuestras instituciones, con varios dispositivos vamos a fortalecer la identificación de los riesgos cuando su vida (de la mujer) está en peligro, para que inmediatamente se pueda denunciar con la debida diligencia y salvaguardar su integridad física y emocional. Es una acción muy concreta”, concluye.

Fuente Proceso

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