Juan Carlos Cruz Vargas
MÉXICO, D.F. (proceso.com.mx).- La calma impera esta noche en las inmediaciones de la Cámara de Diputados, pero cientos de maestros permanecen alertas a la discusión sobre la reforma educativa que sostienen los diputados en el Centro Banamex, que fue elegida como sede alterna.
Hasta el cierre de esta edición, las calles y ejes viales que rodean el recinto de San Lázaro son alfombras de cartones, plásticos, cobijas, hule espuma y hasta periódicos utilizados por los maestros miembros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), provenientes de los estados de Guerrero, Michoacán, encabezados por la Sección 22 de Oaxaca.
Mientras en la sede alterna de la Cámara baja los legisladores decidieron no discutir la Ley de Servicio Publico Docente y votan uno a uno la Ley General de Educación, en el perímetro de San Lázaro la mayoría de los docentes duerme sobre el asfalto y banquetas, otros en casas de campaña y algunos hacen guardia.
Eso sí, el maestro Natanael Desirena advierte que si pasa la reforma educativa “esto va a tronar”.
Con un registro de docentes en mano, dice: “Está en juego el futuro de miles de familias, la clase política no tiene idea de cómo es la vida en las comunidades rurales donde reina la pobreza. No ven los esfuerzos de los maestros”.
Por lo pronto, cientos de profesores tendrán cercada la Cámara de Diputados de forma indefinida.
Fuente Proceso
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