Con ello buscaban evitar que se aprobara
la propuesta del PRI de eliminar la ratificación de los nombramientos de
los jefes policiacos. Esto provocó la furia de senadores del tricolor,
que tomaron la tribuna.
Andrea Becerril
México, DF. Las bancadas de los partidos Acción Nacional (PAN), de la Revolución Democrática (PRD) y del Trabajo (PT) rompieron el quórum para evitar que se aprobara la propuesta del Revolucionario Institucional (PRI) de eliminar la ratificación de los nombramientos de los jefes policiacos dentro de la discusión en lo particular de la reforma a la Ley Orgánica de la Administración Pública federal.
Ello provocó la furia de los senadores del PRI, quienes reclamaron primero al panista Ernesto Cordero, presidente de la Mesa Directiva, y decidieron tomar luego la tribuna del Senado de la República.
El bloque opositor decidió no votar y reventar así el quórum, ya que les faltaban cuatro legisladores, tres del PRD y uno del PAN para ganar la votación.
Antes, con cambios de fondo, el Senado aprobó en lo general esta reforma que acota la estructura del gobierno propuesta por Enrique Peña Nieto.
Con 114 votos a favor, 4 en contra y cinco abstenciones se dio la aprobación en lo general de la minuta y dio inicio la discusión en lo particular.
Los senadores del PRI avalaron los cambios en lo general, pero reservaron los numerales del artículo 27 de esa ley, en los que se establece que el Senado deberá ratificar los nombramiento del Comisionado de Seguridad Nacional de Seguridad, figura nueva que se crea y corresponde al responsable de la policía federal y del secretario técnico del Sistema de Seguridad Nacional, que dependerán de la Secretaría de Gobernación.
A través del senador Raúl Hernández, el PRI insistió en que ello requiere una reforma constitucional y recalcó que está lista ya la iniciativa en la materia, firmada por los 54 legisladores del tricolor y del partid Verde.
De hecho, el PRI insistió ayer en esa opción, pero los panistas lo rechazaron.
Al discutir el dictamen, el panista Héctor Larios expuso que se trata sólo de un “prurito legal”, ya que no hay impedimento en la Carta Magna para que el Senado ratifique a los jefes policiacos, como ha hecho con los comisionados del IPAN, del Ifai y de los magistrados agrarios.
En tribuna, senadores del PAN y PRD rechazaron que su intención sea poner un dique al gobierno de Peña Nieto o actuar con mezquindad o con afanes de revancha política, sino establecer “mínimos” controles democráticos a una propuesta que concentra en la Secretaría de Gobernación dos facultades incompatible, como son la interlocución política y las funciones policíaco-persecutorias.
El coordinador de los senadores del PT y ex secretario de Gobernación, Manuel Bartlett, advirtió que se está creando “un mounstro de dos cabezas”, una dependencia cuya función política sea desnaturalizar al dejarla a cargo de del control de la policía federal, de los sistemas de espionaje.
En la crisis que estamos viviendo, se necesita más política, no más policía, recalcó. Igualmente, el perredista Manuel Camacho Solís recalcó que el modelo de gabinete propuesto por Peña Nieto no es el de un gobierno democrático, mientras que los panistas Héctor Larios, Roberto Gil Zuarth y Javier Corral señalaron que no les gusta la hiperconcentración de funciones en la Secretaría de Gobernación, ya que ponen en riesgo el avance en el respeto de los derechos humanos.
Por ello, coincidieron, lo menos que pueden hacer es establecer contrapesos para evitar el abuso de poder.
La senadora del Movimiento Independiente, Layda Sansores, recalcó que los hechos del pasado 1 de diciembre, en que la policía reprimió a manifestantes, es prueba del riesgo que implican las nuevas funciones de la Secretaría de Gobernación.
Fuente La Jornada
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