domingo, 1 de septiembre de 2013

Contratos de riesgo de Pemex

Antonio Gershenson
 
Ya hubo una experiencia (no la única) con Pemex y su entrega a empresas extranjeras. Entonces se hablaba de esto, y se sigue hablando. Se calificó la relación de contratos-riesgo. Nos basamos en los 20 artículos publicados entonces por Natalio Vázquez Pallares, quien era presidente de la Comisión del Petróleo de la Cámara de Diputados.
Después de la nacionalización del petróleo con Lázaro Cárdenas, y sobre todo cuando terminó la Segunda Guerra Mundial, hubo importantes esfuerzos dentro y sobre todo fuera del país, para que regresaran las compañías petroleras extranjeras. Las llamadas siete hermanas, las afectadas directamente por la nacionalización, se negaban a regresar si no se echaba atrás el cambio de 1940 de la Constitución, en el artículo 27. Pero eso no lo podía hacer ni el entonces presidente Miguel Alemán. Entonces, se acordó que las beneficiadas serían las llamadas independientes, todas ellas de Estados Unidos. Aceptaban felices el regalito, pues las siete hermanas controlaban el petróleo del Medio Oriente, que era el más barato.

Aunque se hablaba de riesgo, no había tal. Las tierras que se les entregarían estaban perfectamente localizadas y probadas. Se les pagaría con petróleo el capital invertido y se les regalaba 15 por ciento de la producción del pozo por un periodo de 25 años. La premiadas fueron 16 compañías estadunidenses. Al escribir Natalio su primer artículo, varios pozos ya estaban produciendo. Esto se había mantenido en secreto, hasta que se empezaron a publicar los artículos mencionados.
Si a alguien esto recuerda gobiernos posteriores o al actual, no es mi culpa. Pemex tenía 66 equipos de perforación y medios para aprovecharlos. Natalio expresó, como diputado y presidente de aquella comisión legislativa: La administración actual de Petróleos Mexicanos está violando la Constitución General de la República, su propia ley orgánica y el espíritu de la nacionalización de la industria petrolera.
En la reglamentación oficial se hablaba de concesiones, prohibidas por el artículo 27, el cual ahora el gobierno quiere echar abajo. Había espacios en la ley reglamentaria que pretendían contradecir la norma mencionada.
En el escrito de Natalio se ponen varios ejemplos que muestran que se dan a las empresas estadunidenses terrenos ya trabajados. Se mencionan casos ya explorados y listos para la perforación. También enumera envíos de crudo hacia Estados Unidos. Varios de estos hechos se mencionan con la empresa o empresas extranjeras que los realizaron o los que se vieron beneficiadas.
Se muestra que, en los hechos, se llega a llevar la empresa extranjera hasta 41 por ciento del ingreso neto, porque se les hacen pagos adicionales a 15 por ciento del crudo que simplemente sacan y se llevan.
Natalio demandó, pero la autoridad calificadora, obviamente del mismo gobierno de Alemán, falló en su contra. Sin embargo, durante el siguiente gobierno –el de Ruiz Cortines– ya no siguieron nuevos contratos y al final de su sexenio se empezaron a cancelar.
Ya con López Mateos se cancelaron los demás contratos y se modificó el artículo 27 de la Constitución.
A la condición de que se prohíben, además de las concesiones que ya estaban, se agregaron los contratos, ahora prohibidos. No pudo durar mucho el entreguismo de Miguel Alemán.
El gobierno actual quiere incluso cambiar el artículo 27, y además el 28. Quiere mostrar que puede ir aún más a la derecha que aquel gobierno, que puede entregar todavía más el país. Vamos a ver si México, si la gente, incluso diferentes sectores, pueden tolerarlo.
Tomemos en cuenta que ese gobierno ocultó muchas cosas, hasta que Natalio se las descubrió. Y eso puede estar ocurriendo otra vez.

Fuente La Jornada

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