miércoles, 4 de septiembre de 2013

Peña: “no tengo apuro” por el presunto espionaje de Estados Unidos



MÉXICO, D.F. (apro).- “No tengo mayor apuro” por el presunto espionaje de Estados Unidos cuando era candidato, señaló el presidente Enrique Peña Nieto, aunque no descartó abordar el tema –que calificó de “reprobable”– con su homólogo Barack Obama.

Entrevistado en el aeropuerto de Gander, Canadá, durante una escala técnica en su viaje a Rusia, donde participará en la Cumbre del G-20, el Ejecutivo consideró que seguramente habrá espacio para abordar el asunto, “eventualmente un acercamiento, aunque sea casual o formal, con el presidente de Estados Unidos”.
La idea, añadió, es “dejar en clara nuestra posición de que, eventualmente de haber existido este espionaje en conductas o en formas que no estén apegadas a derecho, evidentemente México pues las reprueba, las condena y demanda que haya un deslinde de responsabilidades y una investigación sobre el tema”.
No obstante, dijo que en lo personal no tiene mayor apuro sobre el presunto espionaje del que habría sido objeto como candidato presidencial.
Pero “lo que sí es muy claro es que de probarse que hubo una acción de uso de medios de espionaje, evidentemente no está permitido y es una acción fuera de la ley”, subrayó.
Peña Nieto aseguró que están en un diálogo en torno de ese asunto y ya “hemos citado al embajador de Estados Unidos precisamente para esto”.
De acuerdo con información dada a conocer por el periodista inglés Glen Greenwald, del diario The Guardian –receptor de buena parte de los documentos obtenidos por el extécnico de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, por sus siglas en inglés), Edward Snowden–, el gobierno de Estados Unidos mantuvo bajo vigilancia permanente a los presidentes de México y de Brasil, Enrique Peña Nieto, y Dilma Rousseff.
En el caso particular del mandatario mexicano, el espionaje se realizó antes de la contienda electoral de 2012.
En declaraciones al programa “Fantástico” de la cadena de televisión brasileña O’Globo, Greenwald dijo que el espionaje se realizó por medio del servicio de seguridad internacional de la NSA para América Latina, llamado S2C, a través de varios programas de software capaces de grabar llamadas telefónicas, mensajes de texto enviados desde celulares, e-mails y páginas de internet visitadas desde computadoras específicas.
Con uno de esos programas, llamado “Mainway”, la NSA, específico, recogía un gran volumen de información a través de las redes de comunicación.
De ahí, prosiguió el periodista, la información pasaba a otro programa llamado “Association” que realizaba un primer filtro de relevancia de datos.
Greenwald comentó también que el último filtro lo hacía el “Dishfire” que buscaba información específica, con base en palabras claves sobre temas de interés concreto para el gobierno del presidente Barack Obama.
Mediante esos programas, el gobierno estadunidense interceptó comunicaciones en las que el entonces candidato del PRI hablaba sobre quiénes serían algunos de los funcionarios de su gobierno, según el documento presentado por Greenwald.
Estos datos aparecen en un apartado que se titula “mensajes interesantes”.
“Quedó muy claro, con esos documentos, que el espionaje ya había sido realizado porque ellos no están discutiendo eso como algo que estuvieran planeando. Están festejando el éxito del espionaje”, aseguró Greenwald, especialista en asuntos de inteligencia y columnista de The Guardian.
Según el periodista, estos documentos y otros se los entregó el también extécnico de la CIA, actualmente refugiado en Rusia, en junio de este año, en Hong Kong.

Fuente Proceso

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