martes, 21 de mayo de 2013

Abrir Pemex a la IP, paso decisivo para su desnacionalización: expertos

Aún es rentable; entrega a SHCP el 57.9% de sus ingresos, mientras que 30 empresas que cotizan en la BMV erogan en impuestos sólo el 4.5% de sus entradas, expusieron.

Israel Rodríguez

 México, DF. Ante la propuesta del gobierno federal para realizar una reforma que permita una mayor participación privada en Petróleos Mexicanos (Pemex), expertos en materia energética advirtieron que de prosperar sería el paso decisivo para la desnacionalización de la industria petrolera.
Sin embargo, el Ejecutivo Federal insiste en que Pemex no se privatiza, pero “si de verdad no quieren privatizar a Pemex que no modifiquen los artículos 25, 27 y 28 constitucionales”, afirmó la especialista Silvia Ramos Luna.
Durante el Foro México y el mundo actual, organizado por La Jornada y Casa Lamm, con el tema Pemex: ¿Inversión extranjera o privatización?, en el que participaron Silvia Ramos, Manuel Bartlett, Antonio Gershenson y John Saxe-Fernández, se demostró que Pemex no requiere de inversión privada para su desarrollo y que el debilitamiento de la industria petrolera nacional ha sido producto de la presión de Estados Unidos con la complicidad de gobiernos traidores.

Silvia Ramos Luna, ilustró: El gobierno federal le cobró a Pemex el 57.9 por ciento de impuesto de sus ingresos totales. Mientras que 30 empresas que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) tuvieron ventas por 2 billones 777 mil 223 millones de pesos, y solamente pagaron impuestos por sólo 123 mil 884 millones de pesos, es decir sólo el 4.5 por ciento de sus ingresos totales.
En 10 años (2001-2011), Pemex le entregó a Hacienda: 5 billones 724 mil 376 millones de pesos, por lo que la especialista se preguntó: ¿Petróleos mexicanos es rentable o no?
Indicó que la renuncia de Pemex a darle un mayor valor agregado al crudo ha implicado que no haya suficiente gasolina ni petroquímicos nacionales porque en los últimos 11 años la inversión se ha destinado a la extracción del petróleo crudo 87 por ciento; Refinación 9.7 por ciento; menos del 2 por ciento a gas y petroquímica básica 1 por ciento.
Estos últimos años, dijo, ha prevalecido el contratismo con grandes beneficios para la compañías privadas en detrimento de Pemex.
Aseguró que Pemex no requiere de socios, alianzas estratégicas, inversión privada mediante inconstitucionales Contratos de Servicios Múltiples y Contratos Integrales o la apertura de una parte de su capital en la Bolsa de Valores.
Genera, dijo, los recursos suficientes para poder desarrollarse, rehabilitar las plantas, comprar la tecnología que requiera basta que Hacienda le cobre los mismos impuestos que a las demás empresas, o que le deje un 10 por ciento de los ingresos totales para ir rehabilitando las instalaciones que por negligencia o intencionalmente fueron abandonadas.
Por su parte, el senador Manuel Bartlett Díaz, señaló que los argumentos que esgrime el gobierno federal para justificar la privatización de Pemex es “un juego de desvergüenzas con mentiras”.
Dijo que el petróleo es el mejor negocio del mundo y el segundo mejor negocio es el petróleo mal administrado. “Es claro que Estados Unidos está exigiendo que le den acceso al petróleo mexicano y quieren recuperar esa reserva de crudo que consideran suyo a través de gobiernos traidores”.
Bartlett Díaz consideró que ante la complicidad del PAN y PRD con el PRI para impulsar estas reformas dentro del Congreso, el cual ya esta dado, la única posibilidad de frenar este embate es que la gente salga a las calles y se manifieste en defensa del petróleo.
John Saxe-Fernández destacó que la apertura de Pemex es un proyecto imperial que esta en marcha desde hace mucho tiempo y ahora está en su última etapa.
Destacó que cuando se tiene petróleo y fuerza de trabajo se deben utilizar los energéticos para crear empleo.
Indicó que para que estas iniciativas imperialistas avancen se han aplicado “sobornos institucionalizados”. Recordó que funcionarios que deberían de defender los intereses nacionales ahora trabajan para empresas transnacionales como es el caso de Juan José Suárez Coppel ex director de Pemex que ahora labora para una empresa de ingeniería petrolera Jacobs y la ex secretaria de Energía, Georgina Kessel es consejera de Iberdrola.
Antonio Gershenson insistió en que es necesario integrar a Pemex en una sola empresa y no en los cuatro organismos subsidiarios como esta actualmente. Asevero que ahora Pemex importa productos elaborados a precios muy altos y, las refinerías no se operan a toda su capacidad, además en la Cuenca de Burgos donde se concesionó a empresas privadas la explotación del gas la producción ha ido en declive.

Fuente La Jornada

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