MÉXICO, D.F. (apro).- Frente a las amenazas de muerte que han
recibido por parte del crimen organizado, el PAN decidió no participar
en las elecciones del próximo 7 de julio en dos municipios de Chihuahua:
Maguarichi y Gómez Farías.
Así lo confirmó el presidente del
Comité Directivo Estatal de ese partido, Mario Vázquez Robles, quien
manifestó que las amenazas han sido muy claras y contundentes.
“No
te metas aquí porque está tu vida de por medio, aquí no hay otra opción
más que la del PRI”, son las advertencias que grupos hicieron a los
candidatos de Maguarichi, en la sierra Tarahumara, y Gómez Farías, en la
zona rural, explicó.
El dirigente panista señaló que en otros 40
municipios los candidatos compiten en condiciones de seguridad muy
adversas y también bajo amenazas, que si bien no son tan graves, no
dejan de ser preocupantes.
Vázquez Robles señaló que decidieron no
competir en los dos municipios mencionados porque en otras ocasiones
los narcotraficantes han cumplido sus amenazas.
Por ejemplo, dijo,
el año pasado desapareció el comisariado ejidal de Gómez Farías, Raúl
Rascón Soto, quien se perfilaba como fuerte candidato de Acción Nacional
para la presidencia municipal este año. En Maguarichi, añadió, el
candidato fue golpeado.
Ante tales circunstancias, Vázquez Robles,
quien ayer dio el banderazo de arranque a las campañas de los
municipios rurales y serranos, llamó al juego limpio de los partidos, a
la equidad e imparcialidad del gobierno estatal y ayuntamientos, así
como a la equidad de los medios de comunicación y a la participación
ciudadana.
En estas elecciones, acusó el panista, hay un clima de
incertidumbre sobre la participación directa de funcionarios del
PRI-gobierno.
Por ello, dijo, en la Sierra Tarahumara, donde hay
grandes reclamos de la gente, los candidatos “fueron seleccionados por
los mismos ciudadanos y pertenecen a sus mismas comunidades”, como es el
caso de Marcelina Bustillos, candidata a diputada por el Distrito 21,
mujer rarámuri y gobernadora indígena “que ahora podrá romper con
décadas de cacicazgos e injusticias”.
De acuerdo con estadísticas
de la Fiscalía General del estado, este año los delitos relacionados con
el narco se han incrementado en la región serrana y rural de Chihuahua,
lo que ha llevado a que el municipio de Guadalupe y Calvo –donde el PRI
tienen como candidato a un sujeto apodado El Chacal– sea considerado
como uno de los más violentos a nivel mundial, por el número de
homicidios en relación con la tasa poblacional.
Como ocurre
actualmente, desde tiempo atrás el crimen organizado ha ejercido la
violencia contra los políticos de diversos municipios de Chihuahua.
En
febrero pasado ejecutó al exalcalde David Carrasco Carnero, virtual
candidato a presidente municipal de Julimes, cuyo cuerpo fue localizado
debajo de un puente en una carretera, después de que su familia denunció
su desaparición.
En mayo de 2011, la exalcaldesa de Balleza,
Silvia Moreno Leal, también fue asesinada. Años antes, en 1998, su
esposo Raúl Fernández perdió la vida a manos del crimen organizado
cuando era candidato del PRI a la presidencia municipal de la misma
localidad. En el 2010, el hijo de ambos, Edwin Fernández Moreno, también
fue ultimado.
Meses después, en diciembre del mismo año, un hijo y
la nieta del alcalde suplente de Gran Morelos, Tomás Arturo Antillón,
fueron ejecutados a tiros en el municipio de Cuauhtémoc, localizado al
noroeste del estado de Chihuahua, en un centro comercial ubicado en el
entronque del poblado de La Junta a Álvaro Obregón.
En 2012, el
alcalde electo del mismo municipio, Ricardo Solís Manríquez, fue atacado
a tiros, pero sobrevivió al atentado y actualmente está por concluir su
periodo.
El 14 de julio de 2009, el alcalde de Namiquipa, el
panista Héctor Ariel Meixueiro Muñoz, fue ejecutado por un comando que
lo interceptó cuando viajaba en su vehículo rumbo a la presidencia
municipal.
El 17 de febrero de 2010, el alcalde priista del
municipio de Guadalupe y Calvo, Ramón Mendívil Sotelo, fue igualmente
acribillado por un grupo amado cuando salía de la ciudad de Chihuahua
rumbo a su comunidad, enclavada en la Sierra Tarahumara, en la zona
conocida como “el triángulo dorado”.
El 19 de junio de 2010, Jesús Manuel Lara Rodríguez, presidente municipal priista de Guadalupe Distrito Bravos, fue acribillado.
Fuente Proceso
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